Mondo Garnacha: embotellar un territorio a través de una variedad

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Aragón y más concretamente la provincia de Zaragoza, es el nexo de unión de 3 amigos, todos personalidades del vino. Jorge Navascués, uno de los mejores enólogos de Aragón, y los Master of Wine Fernando Mora y Norrel Robertson unen fuerzas en la búsqueda de la pureza de la Garnacha.

Recuperación de viñedos centenarios en Alpartir.

Año 2016. Comienza a fraguarse Mondo Garnacha. Inicialmente este nombre se registró para un futuro vino de los Navascués pero el destino quiso darle una dimensión aglutinadora de una filosofía. Acaba mutando en el nombre elegido para la asociación de tres elaboradores con una sana obsesión por la Garnacha.

“Mondo Garnacha nace de mi inquietud o más bien de mi necesidad. En Aragón yo tengo un nombre, por mi padre Jorge Navascués y porque al final no somos tantos, pero me daba cuenta de que además de estar en una zona de poco prestigio, el hecho de ser un sólo elaborador que produce como mucho 5000 botellas, no tenía la suficiente fuerza. Me di cuenta de que solo no hacía nada”.

Lo mismo pensaba Fernando Mora MW “En Aragón las bodegas son grandes y es difícil hacer fuerza cuando eres como una pequeña gota de agua. Creemos de verdad que se pueden hacer algunas de las mejores Garnachas del mundo en nuestra zona pero si vamos cada uno por nuestro lado, el mensaje pierde fuerza, por eso hemos creado Mondo Garnacha”.

Una asociación que busca hacer ruido y que tuvo su primera aparición mediática a mediados del 2017 gracias al especial que dedicó Luis Gutiérrez a este trío en la publicación The Wine Advocate. Especial que de hecho tituló como Mondo Garnacha para darle un protagonismo absoluto al proyecto “creado por 3 mosqueteros que buscan darle a la Garnacha de Aragón la fama que debería de tener”.

El Puño Tinto, un vino de Norrel Robertson.

Y es que de un tiempo a esta parte la Garnacha está de moda. Subida a una especie de ola en la que el consumidor empieza a encontrarse con todo tipo de perfiles y de lugares de origen. Desde Priorat, pasando por Gredos, Navarra, Rioja incluso ahora Valencia. En el caso de Aragón las más mediáticas han sido las de Campo de Borja, a pesar de ser Aragón cuna de la variedad, no siempre se han contemplado o se ha hecho desde un perfil muy concreto. Una cierta incomprensión que se vive desde la zona de la provincia de Zaragoza que más hectáreas de Garnacha tiene, como es Cariñena, pero que a juicio de Navascués “está totalmente infravalorada”. “Como aragonés que soy, estaré eternamente agradecido, sobre todo a gente como Borsao, porque ha situado a Aragón en el panorama del vino mundial gracias a su labor. Pero también es cierto que sus vinos han sido pensados para un mercado muy concreto como es el estadounidense. Vinos muy ricos pero que desde el punto de vista varietal no llegan a expresar la variedad en su estado más puro”.

La garnacha en su estado más puro por tanto, requiere definición, especialmente de cara al consumidor. Fernando Mora lo tiene muy claro “el objetivo es enseñar lo que es la variedad y no perder de vista que Aragón es el origen de la Garnacha. La disputa siempre ha estado entre Cerdeña y el Valle del Ebro y al final se trata de no imitar estilos, sino de encontrar el estilo una Garnacha sin maquillajes que diferencie a las de Aragón de cualquier otra”.

Microcósmico Garnacha, de Fernando Mora.

“Hay gente que ha trabajado la Garnacha cuando nadie la quería. En otras zonas, muchos elaboradores han generado un caldo de cultivo y nosotros somos parte de ello. La Garnacha se ha visto como una secundaria y no se había aprovechado su potencial. Nosotros estamos orgullosos del trabajo que han hecho aquellos que plantaron y cuidaron viñedos viejos de Garnacha, pero también queremos poner nuestro grano de arena y reivindicar el trabajo de la gente de aquí, que el vino que se hace con estas viñas tiene algo especial”.

Mondo Garnacha pretende sumar adeptos desde una perspectiva compartida: elaborar esa Garnacha sincera. La que viene de unos viñedos con mucha historia, con un sistema de cultivo concreto, plantada en secano, en vaso, marcada por la altura, la continentalidad, por el Sistema Ibérico.

Cuando a Jorge Navascués se le pregunta por la pureza de la Garnacha, no duda: “Tenemos que lograr elaborar vinos expresivos, varietales y que evolucionen en el tiempo. La pureza se consigue, como con todas las variedades, teniendo muchísimo cuidado con el momento de la vendimia. Hablo desde el punto de vista del equilibrio, de la madurez plena, que tenga grado, acidez y PH y que aseguremos un vino longevo. En cuanto a su elaboración, le viene bien la de antaño, con maceraciones largas pero sin mucha acción mecánica y sin uso de maderas nuevas que le aportan demasiado”.

Creer en la Garnacha

Mondo Garnacha no tiene un fin comercial y desde esa postura se plantean sumar y no restar en una zona que consideran desprestigiada. ¿Cómo se han juntado tres personalidades del vino que además, bien mirado, son competencia pues tienen vinos de la misma zona, con la misma variedad y con similares precios?

Mas de Mancuso, de Jorge Navascués.

Jorge Navascués aporta las raíces, de historia y cultura con Aragón. Fernando Mora MW  es la persona que ha logrado poner a Valdejalón en el mapa de los proyectos más interesantes de vino en España. Norrel Robertson MW eligió Calatayud para elaborar sus vinos y nos ha hecho descubrir garnachas singulares que no creeríamos.

Para Jorge “Fernando se ha convertido en uno de mis amigos, ya no solo del vino, sino de la vida. Nos conocimos hace relativamente poco gracias a que se asoció con el enólogo Mario López, uno de mis mejores amigos. Yo lo llamo el “fenómeno Fernando Mora” porque es el que sale el último en una carrera, se parte las dos piernas, pierde 3 horas y acaba ganando en el último segundo. Es una máquina, sabía que se iba a convertir en un crack mucho antes de que se pusiera a hacer el Master of Wine. “

Piropos también tiene para Norrel Robertson “Es un Master of Wine atípico. Podría vivir en cualquier lugar del mundo pero eligió vivir en un lugar como Calatayud. Es muy buen elaborador pero sobre todo es una persona inteligentísima. Interpreta muy bien el mundo del vino, tiene un lado técnico muy bueno y a la vez una visión del negocio impresionante. Encima es muy majo, tiene un lado canalla y hippie que me encanta”.

Los tres componentes de Mondo Garnacha.

Fernando Mora por su parte recuerda conocer a Jorge a través de una llamada telefónica. “Desde el principio hubo match. Junto a su padre me han ayudado a entender la enología y juntos hemos hecho una gran amistad, de las de verdad. Navascués soluciones de la A a la Z”. También fue una llamada lo que marcó el inicio de su amistad con Norrel: “cuando me aceptaron en el Instituto Master of Wine dudaba sobre si era para mi. Siempre me apoyó y actualmente coincidimos en los rincones más diversos del mundo alrededor de una copa de vino. Hace fácil lo difícil. Es el auténtico Scottish-Maño”.

Un apodo acertado para Norrel Robertson, quien define a sus amigos de la siguiente forma: “Jorge y su padre han contribuido activamente al desarrollo de los vinos de Aragón. Jorge particularmente es un gran profesional y tiene el talento y la flexibilidad para elaborar vinos que nos revelan los terruños de Aragón”.

Poner las Garnachas de España en el mapa de Aragón era algo que Norrel recuerda como una visión compartida tanto por Jorge como por Fernando, del que dice “cuando lo conocí era evidente que Fernando tenía una inquietud y un talento tremendo para triunfar en el mundo del vino. Los tres somos zurdos además, cuando buscábamos nombre para Mondo Garnacha yo quería llamarlo los zurdazos”.

Jorge Navascués

Jorge Navascués.

Tuvieron que pasar muchos años para que Jesús y Jorge Navascués, posiblemente los enólogos que mejor conocen la Garnacha aragonesa, encontraran la perfecta para elaborar su proyecto más personal.

Se habla mucho de la importancia de poseer buena viña pero poco de aquellos que llevan toda la vida conociendo al dedillo las de otros. Algo que ocurre a esta pareja de enólogos, padre e hijo, asesores enológicos de unas 15 bodegas.

Pasa también a menudo que el enólogo que trabaja para otros piense siempre en tener su propio vino y su propia etiqueta. Y cuando ocurre hay que prestar mucha atención a lo que entregan, porque son mucho más críticos con lo propio que con lo ajeno.

El garnachista es un creyente. La variedad es su credo y aunque sabe que existen numerosas interpretaciones, siempre buscará la fuente original, la pureza. Jesús y Jorge conocían muy bien Almonacid de la Sierra porque llevan años asesorando a una bodega de ese pueblo con un vino de toda la vida.

Mas de Mancuso es la búsqueda de la pureza varietal. Una Garnacha con un evidente componente floral que la diferencia del resto.

Norrel Robertson

Norrel Robertson MW.

En Calatayud habita un particular escocés. Es el Master of Wine Norrel Robertson, conocido en el mundillo como el Escocés Volante por la cantidad de kilómetros (unos 70.000 calcula) que se recorre al año en sus asesorías vinícolas.

Está tan bien adaptado a nuestra idiosincrasia ibérica, que en un ejercicio impecable de ironía ha puesto a sus vinos nombres que forman parte de nuestro vocabulario más prosaico como “Manda huevos” o como la resignada “Es lo que hay” posiblemente la frase que más le hayan repetido en España.

“En sus trece” y “Dos dedos de frente” bien pueden ser nombres elegidos para expresar de alguna forma las frustraciones o limitaciones que viven quienes eligen elaborar desde el convencimiento y no desde la imposición de un Consejo Regulador.   

Norrel Robertson es un enamorado de la Garnacha. Sus vinos en Aragón pivotan alrededor de esta variedad y sus posibilidades de expresarse según su ubicación, edad o trabajo enológico: frescas, oscuras, contundentes o ligeras.

Fernando Mora

Fernando Mora MW.

Este ingeniero maño cambió el rumbo de su vida con una inofensiva visita de enoturismo. Salió de allí dándose cuenta de que el vino era un mundo complejo y lleno de matices y no paró hasta sacar de la biblioteca de su localidad todos los libros relacionados con enología y elaboración de vino.

Convirtió una habitación de su casa en una microbodega, vinificó su primer vino de Garnacha en la bañera y aunque pensó que era correcto desde el punto de vista técnico, salió de allí para empaparse bien de lo que otros hacían.

Catando y aprendiendo de todo el que podía, Fernando cruzó su camino con personas que posteriormente configuraron lo que hoy es Frontonio. Junto a Mario López, que aportaba su conocimiento familiar y técnica y Francisco Lacasa, en comercialización y gestión de empresa, ha creado desde cero una bodega que comercializa casi una veintena de vinos y algunos ya se venden en un sistema de cupos dada su alta demanda y limitada producción.

Lo que ocurre cuando a una persona se le mete el gusanillo del vino no tiene parangón. Hace que alguien pase de ser un aficionado más a ser el elaborador que abandera a toda una zona por conocer: Valdejalón. En el camino se convirtió en Master of Wine, la titulación más prestigiosa y exigente del mundo del vino.