7 vinos de la Terra Alta, la comarca que da título al último Premio Planeta

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A los winelovers españoles siempre nos hace ilusión cuando un elemento que forma parte del mundillo vinícola sobrepasa los límites de nuestro pequeño y endogámico sector. Eso es lo que ha ocurrido estos días con la Terra Alta, una pequeña comarca del interior de Tarragona que da nombre a la novela del escritor Javier Cercas recompensada con el Premio Planeta 2019, el galardón literario de mayor dotación económica de nuestro país.

Si bien Terra Alta es una región con otras actividades económicas al margen de la viticultura, el vino constituye sin duda una de sus grandes señas de identidad. Para hacerse una idea de la importancia de este sector, basta comprobar que en esta pequeña comarca catalana en la que hay censadas apenas 12.000 personas, existen más de 60 bodegas y elaboradores particulares.

Una de las singularidades de la Terra Alta como zona vinícola es el predominio de las variedades tradicionales en sus viñedos. Sin ir más lejos, tres cuartas partes de su superficie de cultivo están dominadas por las uvas Garnacha blanca, Garnacha tinta, Garnacha peluda, Macabeo, Samsó y Parellada. También particular es el uso de terrazas como unidad de cultivo más habitual, consecuencia de la variada orografía que presenta el terreno.

Cepas de Frank Massard en la Terra Alta.

En cuanto a la climatología, destaca el carácter mediterráneo de interior de esta tierra, con abundantes horas de sol y una pluviometría escasa. Estas características se intercalan con los vientos imperantes en la zona: el Cierzo (NO) y la Garbinada (S), con fríos inviernos que dotan a la comarca de cierta continentalidad a pesar de estar situada a pocos kilómetros del mar.

Por todas estas características, la Terra Alta es una de esas regiones siempre buscadas y anheladas por cualquier amante del vino que ansía conocer vinos fuera del mercado más corriente. Una comarca que entrega joyas con personalidad propia, perfectas para dejarse sorprender y fascinar a cualquier invitado que cree que ya lo ha visto todo. (Ambien) Nosotros os proponemos 7 vinos para descubrir este punto del mapa al que muchos se acercarán a raíz del nuevo bestseller de las letras españolas.

Via Terra Selection 2018 (7,90€)

El vino más asequible de esta lista es el de entrada de gama de Bodegas Edetària. Se trata de un tinto joven elaborado exclusivamente con uva Garnacha que muestra agradables toques de fruta roja. Un vino goloso, directo y fácil de beber que ha sido valorado en su añada 2018 con 92 puntos por parte del crítico estadounidense James Suckling.

Rebels de Batea Tinto 2017 (9,90€)

Este asequible tinto, elaborado mayoritariamente con Garnacha, pertenece a la colección 7 Magnifics, una gama de vinos que busca mostrar la singularidad de siete parajes vinícolas de Cataluña. Su nombre hace alusión a la rebeldía de hacer de la Garnacha una variedad que exprese fruta, frescor y suavidad a partir de suelos duros y climas extremos.

Ay de mí 2015 (11,50€)

‘Ay de mí’ es un vino de Vins del Tros, un proyecto con diez años de vida liderado por el enólogo Joan Ramón Bada y el viticultor Josep Arrufat desarrollado en la localidad de nacimiento de ambos, Vilalba dels Arcs, un bonito entorno de la Terra Alta rodeado de viñedos. En él nace este tinto frutal, con un sabroso punto frutal y unos taninos jugosos.

El Mago Blanco 2016 (11,90€) 

Este vino blanco nace a partir de una única parcela. Situada en altura, dentro del municipio de Villalba dels Arcs, es una viña que se beneficia de los vientos Cierzo y Garbí que contribuyen a la buena maduración de las uvas. El nombre del vino es la contracción del nombre de los hijos de su elaborador, Franck Massard (Maya y Hugo), quienes además han diseñado el dibujo de su etiqueta.

Lafou Els Amelers 2018 (13,90€)

Este blanco de Lafou Celler, elaborado íntegramente con la variedad Garnacha blanca, ha sido uno de los grandes descubrimientos de nuestro comité de cata en los últimos tiempos. Su nombre rinde homenaje a los almendros que conviven con las vides de la Terra Alta. Destaca sus notas cítricas y florales, así como su paladar estructurado y complejo gracias a su crianza en barrica.

L’ Avi Arrufí Tinto 2013 (18,50€)

L’Avi Arrufí significa en catalán “El abuelo Arrufí”, y es que este vino es un homenaje a los antepasados de la familia Piñol. Se define por la propia bodega como un “vino de guarda”, que tiene potencial para seguir mostrando su potencia y garra durante algunos años. Su composición está dominada por la uva Cariñena y tiene un atractivo fondo mineral.

Finca Morenillo 2015 (43,50€)

El vino más exclusivo de este listado es también uno de los más interesantes y originales de todos los que nacen en la Terra Alta, y es que está elaborado únicamente con la variedad Morenillo, una uva autóctona casi desaparecida considerada “la Pinot noir de esta región catalana”. Producción limitada a 3.000 botellas para una rareza que deleitará a los más exploradores.