Jacques Berbessou, vingeron en las orillas del Garona

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Crea un cautivador dulce al alcance de pocos por su escasa producción y por su elaboración artesanal, casi para el autoconsumo. Este vigneron francés elabora un blanco de Sémillon procedente de una minúscula parcela en la margen derecha del Garona que no llega a la media hectárea y que vendimia desde hace 40 años con la ayuda de su familia y amigos.

Un vigneron verdadero, ¿nace o se hace?

Si naces en una familia de viticultores vas a estar ineludiblemente rodeado de vino y lógicamente te empapas antes de ello, pero para ser un vigneron hay que ir descubriendo poco a poco los secretos del vino. No viene de nacimiento, es algo que aprendes con la práctica.

 ¿Qué es más importante para usted, el trabajo en la viña o en la bodega?

Los dos, por supuesto. Lo ejemplificaría con la siguiente metáfora: la viña representa la luz, es vida y cuesta contenerla y regularla, es todo un desafío. La bodega es un trabajo en la sombra, requiere mucha paciencia.

¿Cuál es el momento más especial en la elaboración de su vino?

Rescataría dos momentos clave que me conmueven. El primero ocurre en abril, cuando con la primera brotación se despliega el joyero nacarado de la hoja naciente. Es la promesa de lo que está por venir. El segundo llega al término de la temporada, cuando el primer trasiego deja en el fondo del depósito una especie de humedad de la que ascienden los perfumes que caracterizarán a la añada.

Crabitey se elabora como un Sauternes pero no es un Sauternes. ¿Cree que le perjudica o le favorece?

La diferencia entre un Premières Côtes de Bordeaux y un Sauternes se aprecia sobre todo en las primeras notas, es decir, en su entrada en boca. Los primeros son más ligeros, florales y fáciles de disfrutar. Si bien es cierto que los Sauternes tienen una boca más larga y con más profundidad, con mi vino diría que podemos estar en un paso previo para acercarte y aprender a disfrutar de los Sauternes y desde luego me sentiría muy orgulloso si esto ocurriera con Crabitey.

La denominación Premières Côtes de Bordeaux es ciertamente menos conocida. ¿Qué nos puede contar sobre ella?

Literalmente son las primeras laderas que encontramos desde el río Garona. Son por tanto las primeras en ser acariciadas por las nieblas matutinas que suben desde el río. Estas nieblas son la razón por la cual podemos vendimiar la uva sobremadurada, ya que permiten el desarrollo del Botrytis cinerea en las uvas del Sémillon. Este hongo deshidrata la baya y la transforma en una especie de uva pasa con un alto contenido de azúcar natural.