Franciacorta: Las finas burbujas ‘Made in Italy’

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Hablar de Franciacorta no solo hace referencia a las burbujas italianas más elegantes, también cuenta la historia de una cultura de vino milenaria en esta tierra tan especial.

Localización y terruño

En Lombardía, entre la ciudad de Brescia y el lago de Iseo, nos encontramos con una zona rodeada de numerosos castillos, palacios y monasterios que atestiguan la importancia de este lugar a lo largo de los siglos. Aquí, repartidos en los 200 kilómetros de colinas, se ubican los fragantes viñedos de Chardonnay, Pinot nero, Pinot bianco y Erbamat con los que se elaboran los vinos de Franciacorta.

Los suelos de estas colinas aportan mucho a los viñedos. Y es que las colinas morénicas han nacido hace más de 10 mil años por el retroceso de los glaciares. Debido a este proceso se han estratificado elementos tales como gravas, calizas, arena o arcilla que hacen que los viñedos de la zona tengan unas características únicas. 

Un poco de historia

Franciacorta no tiene nada que ver con Francia. El término «Francae Curtes” se refería en la época medieval a las cortes francas: aquellas tierras cercanas al lago de Iseo, habitadas por comunidades de monjes benedictinos y que, gracias a las labores de recuperación de tierras y al control de carreteras, eran libres del pago de derechos. 

La primera aparición del nombre «Franzacurta» data de 1277 en una zona al sur del lago que hoy en día sigue considerándose tierra de excelencia enológica. Y es que en esta zona de colinas el cultivo de la vid ha estado presente desde la época de los palafitos, experimentando un periodo de auge en la Edad Media debido a la mejora de las condiciones climatológicas y a la disminución de las heladas. Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XVI cuando encontramos las primeras referencias de los vinos efervescentes de la región. Y hubo que esperar hasta 1961 para poder disfrutar de la primera añada oficial de este espumoso.

Elaboración

Los vinos de Franciacorta son espumosos elaborados a partir del método clásico que se lleva a cabo por dos fermentaciones: la primera en depósitos de acero y pequeñas barricas de roble y la segunda estrictamente en botella, donde adquieren ese perlage fino y persistente tan característico de este estilo de vinos. Mencionar que estos espumosos fueron los primeros vinos de Italia producidos con una segunda fermentación en botella y obtuvieron su DOCG en 1995, término que define al mismo tiempo el territorio, el método de producción y el vino.

Dosage y Crianza

Existen diferentes tipos de franciacorta, tanto blancos como rosados, que se denominan de diferentes formas dependiendo de las cantidades de azúcares y de los tiempos de crianza. En función de la cantidad de azúcar residual se obtienen los siguientes tipos de espumosos: Zero (azúcar hasta 3 g/l), Extra Brut (azúcar inferior a 6 g/l), Brut (azúcar menos de 12 g/l) y Extra Seco (azúcar 12-17 g/l).

En cuanto a la crianza, el mínimo requerido es de 18 meses como en el caso del Franciacorta (a secas), un vino con aromas que recuerdan a la corteza de pan, cítricos y frutos secos, con una boca sabrosa y fresca. Con crianzas de 24 meses sobre lías nos encontramos el Franciacorta Satén y el Franciacorta Rosato ‘non millesimati’. Si por el contrario tienen 30 meses de crianza sobre lías se denominan ‘millesimati’, espumosos que son fieles reflejos del carácter de cada añada. Y por último, con un máximo de 60 meses están los Riserva, vinos mucho más complejos y de intensos aromas.

Aquí os dejamos tres burbujeantes joyas para descubrir Franciacorta. Coge tu copa, descorcha y disfruta.

Berlucchi ’61 Brut

Espumoso procedente de la emblemática región italiana conocida como Franciacorta. Elaborado con sumo esmero, este vino sorprende con su frescura y elegancia, además de con su espléndido final cítrico. Es ideal para acompañar platos típicos de la cocina italiana.

Berlucchi ’61 Rosé

Este elegante espumoso rosado está elaborado a partir de uvas Pinot nero y Chardonnay procedentes de 19 municipios de la Franciacorta. Destaca por su agradable y suave sabor a frutos del bosque y por su equilibrado paladar. Es ideal para acompañar aperitivos.

Ca’ De Pazzi Brut Satèn Raffa Franciacorta DOCG

Este espumoso es un Brut Satèn ligeramente diferente, con un estilo no tan clásico. Sorprende su burbuja fina y sensual. Destaca por sus agradables aromas cítricos y su equilibrio en el paladar. Es ideal para acompañar aperitivos.