Fernando Mora y Mario López, vignerons en Épila

|Categoría

“Queremos poner en valor la importancia del coupage: el instinto y experiencia que son necesarios para obtener el mejor vino posible partiendo de los matices diferentes que presenta uno u otro vino según el depósito o barrica en el que ha fermentado.”

¿Cómo comenzó vuestro proyecto en común?

Mario– Soy originario de Épila donde mi familia ha tenido siempre viñedos y elaborado vinos, como enólogo he trabajado en diferentes bodegas aragonesas.

Fernando– Soy ingeniero y hace unos años abandoné mi profesión para dedicarme a mi verdadera pasión: el vino. Estoy estudiando para ser Master of Wine, un itinerario que me permite catar más de 1500 vinos de todo el mundo al año.

Hace unos años coincidimos en un curso y decidimos poner en marcha  un proyecto vitivinícola conjunto: Bodegas Frontonio – The Garage Wines.

¿Por qué The Garage Wines?

Nuestra bodega es un garage, literalmente, son los bajos de la casa de Mario, donde siempre ha elaborado su familia los vinos.  Hacer un vino en un garage encierra también una filosofía de darle importancia  a lo que consideramos que la tiene. No invertimos en construir una bodega impresionante, pero sí en usar los avances tecnológicos que nos ayuden a hacer un vino mejor, como una maceradora de inox que acabamos de adquirir.

¿Qué tiene Valdejalón?

Valdejalón es una IGP que está en la provincia de Zaragoza,  se situaría en el centro  de un triángulo que dibujarían Cariñena, Calatayud y Campo de Borja, y en cierto modo compartimos algunas características  con los vinos de estas denominaciones.

Tenemos un clima continental con influencia mediterránea, muy extremo en cuanto a las oscilaciones térmicas, con una pluviometría escasa, que oscila entre 100 y 300 l/m2 al año y un viento muy presente, “el Cierzo”. Valdejalón ha sido una tierra con una viticultura ligada históricamente a cooperativas y a la producción de vinos de granel. La Garnacha tinta es su uva mayoritaria, que para nosotros tiene un gran potencial, casi inexplorado en esta zona, para formar parte de grandes vinos.

¿Qué papel creéis que pueden jugar en el mundo del vino las pequeñas apelaciones y denominaciones?

Está claro que tienen que encontrar su propio camino, sin complejos, intentando posicionarse en una gama premium.  Lo más importante es que sepan encontrar  su propio estilo diferenciador de vinos.

¿Es entonces ésta vuestra filosofía?

Nos gusta estar haciendo un vino que está ubicando esta zona en el mapa. Hemos mantenido todo lo bueno que tiene: sus viñas, su clima, sus Garnachas y estamos re interprentándola con nuestros conocimientos.

¿Cuál es la clave de vuestro proyecto?

Nosotros creemos que es el factor humano en la elaboración del vino. Cada uno de nuestros vinos está hecho por personas, por nosotros mismos. Queremos poner en valor la importancia del coupage, el instinto y experiencia que son necesarios para obtener el mejor vino posible partiendo de los matices diferentes que presenta uno u otro vino según el depósito o barrica en el que ha fermentado. Para nosotros la cata es clave.

¿En qué tipo de consumidor pensáis para vuestro vino?

En cualquier persona. Queremos que nuestro vino sea fácil de beber para que lo entienda cualquiera y, a la vez, lo suficientemente complejo para que lo disfrute un entendido.