2020, la añada de la pandemia

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Sin ruido, con la naturalidad que nos remite a esa ansiada normalidad, han empezado a llenar nuestras copas. Los primeros vinos de 2020, la añada de la pandemia, ya están aquí. Son resultado de la cosecha más insólita que se recuerda, habida cuenta de los protocolos anticovid impuestos por la emergencia sanitaria, pero también la constatación del esfuerzo ímprobo de viticultores, bodegas y los distintos consejos reguladores de las denominaciones de origen por entregarnos lo mejor de sus tierras y gentes en una botella. 

Mascarillas, epis, test PCR y serológicos, distanciamiento, grupos burbujas, técnicos formados exclusivamente para supervisar los trabajos e incluso arcas de Noé donde aislar a los posibles positivos durante la campaña. Son realidades hasta la fecha ajenas al sector que, sin embargo, se han hecho presentes cobrando un protagonismo no deseado en la vendimia 2020. En cualquier caso y pese a todo, las primeras elaboraciones disponibles en el mercado son la prueba palpable de que el arduo trabajo ha merecido la pena

“El tesón con el que se ha trabajado en esta añada 2020 se traduce en una sensación de optimismo y de que a pesar de haber sido un año muy complicado, hemos vuelto a ser capaces de llevar al mercado un producto que cumple con los más altos estándares de calidad”, aseguraba el presidente del Consejo Regulador de la D.O.Ca. Rioja, Fernando Salamero, durante la sesión plenaria del mismo en la que se otorgó la calificación de Muy Buena a esta cosecha. 

Ni el coronavirus, ni la brotación explosiva y temprana, ni las plagas, ni las adversidades atmosféricas han mermado la calidad de los vinos riojanos de 2020. De esta forma, los tintos destacan ya por su franqueza aromática, gran carga frutal y muy buena madurez fenólica, en buena armonía con un grado alcohólico más moderado que en la campaña anterior. Los rosados presentan, en líneas generales, tonalidades más claras, pero se muestran más maduros en nariz, mientras que los blancos despuntan por la intensidad aromática y una buenísima acidez.

La frescura, buena estructura y también una viva aromaticidad distinguen a las primeras elaboraciones en el mercado de Ribera del Duero pertenecientes a la cosecha 2020. “Ha sido la vendimia más difícil a la que nos hemos enfrentado. Pero la responsabilidad, el compromiso y la enorme implicación de nuestros bodegueros y viticultores han hecho posible que se haya desarrollado con relativa normalidad, preocupados principalmente por la meteorología. Agradezco y aplaudo la profesionalidad y humanidad de nuestros operadores. Se han adelantado y han previsto cada situación posible”, afirmaba Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador.

Los más de 123 millones de kilos de uvas recogidos han convertido a esta cosecha, hasta ahora, en la tercera mayor de la historia de la región, solo por detrás de las de 2016 y 2018, ambas calificadas como Muy Buenas. 

Vendimiadores en Ribera del Duero durante la cosecha 2020

La tónica al alza cuantitativamente hablando también se cumplió en otras denominaciones como Toro, donde con más de 20,6 millones de kilos obtenidos, se incrementó en casi un 22% la producción respecto a 2019. La ausencia de incidentes importantes y el incremento de las lluvias caídas, que permitieron generar reservas hídricas suficientes, propiciaron una calidad extraordinaria de las uvas, con un equilibrio perfecto entre la acidez y el contenido en azúcares, que ya se plasma en los primeros ‘toros’ salidos al ruedo vinícola nacional. 

La D.O. Navarra también disfrutó de una vendimia 2020 prolífica (un 35% más cuantiosa respecto al año anterior) y de excepcional calidad, dadas las buenas condiciones climáticas. Podemos ya disfrutar especialmente de sus célebres rosados de gran complejidad, donde dominan aromas y gustos a fruta roja y golosina, con una equilibrada acidez. “Tal y como se preveía estamos ante una gran añada de rosados que vamos a disfrutar durante todo 2021. Son vinos muy expresivos que seguro que cautivarán a la gran mayoría de los paladares. La llegada de la nueva añada de estos vinos es para nosotros siempre un motivo de celebración”, comenta el presidente del Consejo Regulador, David Palacios.

Más contenidos fueron los aumentos de producción respecto a la anterior vendimia en Rueda y en Rías Baixas (un 2%y un 6,38% más respectivamente), si bien los primeros vinos de ambas aparecidos hacen augurar una añada excelente. Los de la denominación castellanoleonesa ya sorprenden por su nariz fragante, buen cuerpo en boca y la armonía entre acidez y grado alcohólico que, además, hacen esperar una longevidad respetable. A ello, se añade como novedad el hecho de que 2020 será la añada de estreno del Gran Vino de Rueda, una nueva categoría que distinguirá a aquellas creaciones nacidas de viñedos de más de 30 años y rendimientos muy controlados. 

En lo que respecta a la reina de las regiones gallegas, la incertidumbre de 2020 se tradujo en una cosecha sin grandes sobresaltos, pero con expectativas positivas que ya se están confirmando con vinos equilibrados, intensos y bien compensados en acidez y graduación. En suma, la reedición de un éxito asegurado. 

En el otro extremo se sitúa el Bierzo, con un descenso en la producción de uva controlada de un 14,75% en relación a 2019, coincidiendo con la entrada en vigor del nuevo pliego de condiciones y el nuevo reglamento de la D.O. El capítulo de novedades también contempla 2020 como la primera añada en la que se pudieron elaborar claretes y vinos de Estaladiña y Merenzao, como variedades reconocidas. Por lo demás, los bierzos ya presentes en el mercado se muestran balanceados, afrutados, con un marcado carácter varietal y una buena evolución a lo largo del tiempo. 

Sea cual sea su origen, cuando nos enfrentemos al momento mágico que supone siempre descorchar una botella de vino y reparemos en el 2020 de su etiqueta no estaría de más tener presentes el esfuerzo extenuante de los vendimiadores sin quitarse la mascarilla a 40 grados al sol o los sinsabores de los bodegueros ante la incertidumbre de un situación atípica. Recordad que en esas copas que llenemos con él hay más sacrificio, sudor y desvelos que nunca para que podamos disfrutar y compartir como siempre. Que el primer brindis sea, pues, por todos ellos. ¡Gracias y salud!

Fotos: Copyright CRDO Ribera del Duero