Maridajes extremos: hasta los límites de la cocina exótica
Hace unos años, en la ciudad de Malmö, en Suecia, abrieron un museo con un título muy llamativo: Disgusting Food Museum, en castellano: «Museo de la comida asquerosa». Entre las paredes de esta extraña institución podemos encontrar algunos de los alimentos menos apetitosos del mundo.
El gusto por ciertos platos que a nosotros nos pueden parecer totalmente incomibles es, sin duda, un factor cultural. No debe extrañarnos que en otras partes del mundo, lo que a nosotros nos parece una delicatessen, pueda resultar un plato repugnante.
Los europeos, por ejemplo, no tenemos una verdadera tradición insectívora que, en cambio, sí es común en muchas otras culturas, como en África, Asia o Sudamérica. A nosotros nos puede parecer algo inaudito comernos un gusano o una araña, de la misma manera que para un asiático puede resultar absurdo vernos disfrutar de un queso azul o un camembert.
En este post nos gustaría jugar con algunas propuestas de maridaje extremo, es decir, algunas combinaciones que difícilmente se encuentran en los manuales de sumilleres. Sabemos que desde hace unos años en Europa es legal la crianza y venta de insectos para la industria alimentaria, por lo que probablemente significa que también hay público para este tipo de platos.
En todo caso, este post no pretende ser una invitación a comer serpientes o escorpiones, ni un anuncio de una dieta que no refleja nuestra gastronomía tradicional, de la que estamos absolutamente orgullosos, sino simplemente un artículo para explorar de forma objetiva las posibilidades de maridaje con esta nueva tendencia alimentaria.
Tacos con nuggets de cocodrilo, champiñones y aguacate – Burn Cottage Sauvage Vineyard Pinot Noir

La carne de cocodrilo es muy delicada y tiene un sabor y una textura que recuerdan a las aves de corral, pero también a ciertos pescados. Es una carne muy magra y de sabor casi dulce, perfecta para freír. Para este maridaje, elegimos un elegante Pinot Noir de Central Otago, en Nueva Zelanda. Este tinto combina frescas notas florales y de frutos rojos con aromas herbáceos y un agradable toque especiado.
Gazpacho con gusanos de la harina fritos – Manzanilla Pasada Gabriela Oro en Rama
Probé este maridaje en persona en una cata en Madrid, y debo decir que fue muy interesante. El delicado y crujiente sabor de los gusanos de la harina combina muy bien con las notas de levadura de la Manzanilla Pasada. En este caso, puedo decir que esta combinación está más que probada. ¿Lo volvería a hacer? Una vez fue suficiente para mí, gracias.

Piruleta a la fresa con escorpión – Moët & Chandon Brut Impérial Rosé

El escorpión dorado es uno de los insectos comestibles por excelencia. Su sabor recuerda en cierto modo a las palomitas de maíz, y suele freírse y colocarse en peculiares piruletas, en este caso de fresa. Este estrambótico aperitivo marida a la perfección con el fresco y expresivo Moët & Chandon Brut Imperial Rosé. Una burbuja elegante y estructurada, con notas de frutos rojos y un toque picante que se adapta bien a la combinación fresa-escorpión.
Para terminar, un clásico:
Chocolate negro con chapulines – Jose Cuervo Reserva de la Familia Extra Añejo
Este maridaje es un auténtico must. Hay comentarios muy positivos sobre el sabor de este insecto, que forma parte de la gastronomía mexicana desde tiempos inmemoriales y que liga muy bien con el chocolate, sobre todo si es de calidad. Las notas saladas, tostadas y de avellanas de los chapulines se ven realzadas por el carácter suave y sabroso del tequila extra añejo, un acierto rotundo.

Aunque no soy fan de la alimentación con insectos, he probado algunos de estos platos por puro gusto a la experimentación, y he de decir que al final casi todo se reduce a la calidad del producto, a su condimentación y a la habilidad del cocinero. A todo esto añadiría también el indudable aporte del maridaje, una buena botella puede elevar incluso un plato que nos puede parecer incomible, probarlo para creerlo… (o no).
Italiano del sur, enamorado de Madrid y por supuesto de los vinos españoles. Entusiasta redactor de contenidos en el equipo de Bodeboca. Licenciado en Bellas Artes en Roma y apasionado lector, me encantan los cómics, los picoteos, los vinilos de música jazz y exótica. Después de obtener la calificación Nivel 3 del WSET he decidido dedicarme al mundo del vino siempre en busca de nuevos horizontes.