Marida tus ibéricos como un profesional

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Hay quien cree que el arte del maridaje está reservado para las narices más vivaces. Nosotros, por nuestra parte, creemos que cualquiera que tenga gusto por la buena gastronomía y un puntito de osadía también puede crear sus propias armonías. Hoy os proponemos algunas alternativas al clásico tinto para maridar cualquiera de los magníficos ibéricos que tenemos a la venta en Bodeboca.

Antes de ponernos manos a la obra, debéis saber que el punto en común de todos los productos ibéricos que ponemos a vuestro alcance es la materia prima: el cerdo ibérico de bellota. Así, todos los embutidos que maridaremos contarán con una grasa infiltrada de excelente calidad, con un punto aromático herbáceo y de frutos secos procedente de la alimentación natural del cerdo. Así, nuestro objetivo será encontrar el mejor acompañamiento para este matiz tan característico.

El jamón ibérico de bellota es, a su vez, el rey de cualquier aperitivo o merienda mediterránea que se precie. Por no hablar de la Navidad, cuando se convierte en un entrante completamente imprescindible. Puede que nuestro sentido común nos pida combinarlo con un tinto. Es lo que nos han enseñado, ¿verdad? «Los ibéricos siempre han de ir maridados con tintos».

Pero ese toque de osadía que os comentábamos al principio nos pide ser atrevidos y unir este manjar a un espumoso de primer nivel. Si optamos por un champagne, podemos echar mano de dos referencias infalibles: Mumm Grand Cordon y RSRV Cuvée 4.5 Brut Grand Cru. Y si, por el contrario, preferimos un cava, nuestras recomendaciones son Elyssia Gran Cuvée Brut y AA Mirgin Gran Reserva.

El lomo ibérico, por su parte, cuenta con un toque ahumado gracias al pimentón del aliño. Se nos viene a la mente lo bien que funcionan estos apuntes con la salinidad de un generoso. Podemos optar por un fino como González Byass Una Palma o por algo más complejo como el Amontillado Viejo Tauromaquia o el Lustau Palo Cortado Peninsula. Y si preferimos adentrarnos en otra denominación, podemos irnos hasta Montilla-Moriles para deleitarnos con el Fino en Rama de Gran Barquero.

El salchichón, sin embargo, cuenta con matices picantes debido a los granos de pimienta y nuez moscada de la mezcla del magro con la grasa ibérica que se pueden fundir con los aromas del vino blanco. Es precisamente con un vino blanco con suficiente estructura donde encontraremos el match perfecto para este producto. Nuestras propuestas en este caso tiran para el noroeste con dos vinos gallegos y uno del Bierzo: Pazo de Señorans Albariño, Máis de Cunqueiro Godello y Losada Godello respectivamente.

Por último, un alimento tan español como el chorizo ibérico combina de maravilla, ahora sí, con un tinto capaz de aguantarle la mirada a este manjar tan potente de sabor. Nuestras recomendaciones en este apartado son de los más variadas. Desde un valor seguro como Alión, el «hijo pequeño» de Vega Sicilia en Ribera del Duero, hasta los riojanos Viña Bosconia o Viña Ardanza. Sin olvidarnos, por supuesto, de uno de nuestros vinos franceses más todoterreno: Les Darons del incombustible Jeff Carrel.

Ahora solo hace falta cuchillo y sacacorchos para empezar a disfrutar de uno de los maridajes más auténticos y socorridos de nuestra gastronomía. ¡Buen provecho!