Entrevista a Silvia Marrao, enóloga de Banzao

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Nos vamos a San Pedro de Olleros, un pequeño pueblo de montaña leonés, para entrevistar a Silvia Marrao, enóloga de Banzao. Un reciente proyecto de vinos singulares que representan a la perfección la tipicidad del Bierzo.

¿Cuáles son las mayores dificultades que se te han presentado al principio del proyecto? ¿Tuviste ayuda?

El comienzo de cualquier proyecto siempre es complicado, pero en el caso de Banzao, la venta de la primera añada (2017) coincidió con el inicio de la pandemia que puso al límite el proyecto. Me gustaría también incidir en que la excesiva burocracia no ayuda a los pequeños viticultores/bodegueros. Sin olvidar la gran inversión inicial en tiempo y dinero. Por supuesto conté con la ayuda de mi familia y de la gente del pueblo que me arrendó el viñedo y me facilitaron todo lo que estuvo en su mano.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo, Silvia?

Que es muy polifacético porque abarcas muchas materias: viticultura, edafología, enología, comercialización, contabilidad etc. De esta forma cada día es diferente. También me gusta mucho la independencia y libertad que te da.

¿Me cuentas alguna anécdota memorable sobre tu trabajo?

Desde que comencé con el proyecto, mi trabajo en el viñedo se ha visto afectado por los ataques de la fauna local, en especial el jabalí. Hace un par de años paseando por los caminos de San Pedro, me di cuenta de que había una viña de Abudejo (Godello en el habla local) abandonada. Pedí permiso al dueño para hacerme cargo de ella y al ir a podarla me di cuenta de que era el refugio de una manada de lobos, lo confirmé cuando me crucé con uno de ellos. Desde ese año los ataques de jabalí se han reducido considerablemente.

Si no fueras enóloga, ¿qué te gustaría ser?

Durante mi etapa en agrónomos, siempre me gustó todo lo relacionado con la industria agraria, además de la hidraulica y la construcción. Trabajar en cualquiera de estos sectores hubiera sido fantástico pero al final “el lado mas agronómico” predominó y el mundo de la viticultura y la enología me atraparon.

¿Cómo son tus vinos en pocas palabras?

Bajo mi punto de vista creo que son un fiel reflejo del terruño de San Pedro de Olleros, altitud, viñedo viejo, bajo rendimiento, parcelas pequeñas y un paisaje único.

Viñedos de San Pedro de Olleros

¿En qué medida influye el terroir en tus elaboraciones?

Es todo, cada paraje se elabora de forma separada, con levaduras autóctonas para respetar todo lo posible el origen de cada parcela y que el terroir de cada paraje se transmita al vino.

Me ha sorprendido el vino El Dulce Amador elaborado con Palomino fino. ¿Cómo se adapta esta variedad al Bierzo?

Es una variedad que se introdujo en el Bierzo hace muchos años tras la filoxera y que se ha adaptado muy bien. Lo encontramos siempre mezclado con otras variedades. Para la elaboración de este vino se escogen las plantas con menor rendimiento para conseguir una mayor concentración de azúcares y aromas. Me apetecía hacer una elaboración diferente con esta variedad, que creo que tiene un gran potencial, al igual que la Doña Blanca o Valenciana. Ambas son variedades minoritarias pero no por ello menos interesantes, solo es cuestión de darles cariño.

¿Cómo va el proyecto de recuperación de viñedos?, ¿Está siendo difícil?

Más que difícil, es lento. Hay que tener paciencia y adaptarse al ritmo que marca cada cepa. Tanto la poda de invierno como la poda en verde son herramientas fundamentales para la recuperación de cada parcela, al igual que el manejo del suelo. Este tipo de viñedo necesita mucha dedicación y trabajo. Más de la mitad de mi tiempo es dedicado al viñedo, y año tras año los esfuerzos se ven compensados. No podemos dejar que se pierda este patrimonio inmaterial, además no podemos olvidar que San Pedro de Olleros se encuentra en la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses, un paraje con alta diversidad biológica.

¿Cuáles son los nuevos retos para el futuro y las nuevas generaciones en el mundo del vino?

Los retos vienen provocados por el cambio climático. Las vendimias cada vez son más tempranas y en los últimos 50 años la media de la fecha de vendimia se ha adelantado un mes. Esto afecta a la maduración de la uva, puesto que no todas las variedades son igual de resistentes al calor o a largos periodos de sequía y las producciones sen ven mermadas en calidad y en cantidad. Estos problemas también se trasladan a los vinos. Respecto a la parte comercial, creo que se debería hacer más próximo y accesible el mundo del vino a la gente joven. Dar a conocer el vino con un lenguaje sencillo y que “no intimide” al consumidor a equivocarse. Al final se trata de disfrutar de este maravilloso alimento.

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Nacida en Suiza y con el corazón dividido entre Madrid y Mallorca. Después de licenciarme en Bioquímica en la Universidad Autónoma de Madrid, trabajé en Alemania donde descubrí que me gustaba el vino, que hasta ese momento casi no lo había probado, y comencé a interesarme y formarme en ello (Enotecnia, WSET). Poco después aterricé en Mallorca para trabajar en una bodega, y años más tarde en otra de Italia. Actualmente soy redactora de Contenido de Bodeboca donde sigo aprendiendo de este fascinante mundo. En mi tiempo “libre” soy pianista, viajera empedernida y exploradora de nuevos restaurantes.