Alsacia, un cuento de hadas para winelovers

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Entre el Rin y los montes Vosgos se esconde uno de los lugares más mágicos de Europa. Salpicadas por castillos medievales, emergen villas que hechizan al visitante con sus coloridas plazas, sus iglesias góticas y sus casas con el tradicional entramado de madera que sirvieron de inspiración a La bella y la bestia. Pero entre los encantos de Alsacia destaca especialmente su Ruta del Vino, una de las más famosas de Francia. La diversidad de sus terruños convierte a esta zona en un destino fascinante para los amantes del vino.

Alsacia es una de las zonas más apasionantes de Europa. Su estratégica localización entre Francia y Alemania la convirtió durante siglos en el centro de las contiendas entre estas dos grandes potencias. Este tormentoso pasado explica su carácter que combina las virtudes de los dos países: un mágico coupage con alma alemana y encanto francés que está presente en su arquitectura, en sus tradiciones, en su gastronomía y en sus vinos.

El verano es un momento ideal para visitar este encantador rincón de Francia. Gracias a su soleado clima, podrás disfrutar de su paisaje, ideal para excursiones. Su fantástica red de caminos te permitirá explorar la región en bicicleta y admirar el viñedo antes de la vendimia.

Colmar y sus preciosas calles. Fotografía de Blanca García

Por qué visitarla

La gran diversidad de estilos y terruños convierte a Alsacia en un paraíso de los vinos blancos. En sus bodegas encontrarás desde deliciosos crémants, joyas con una extraordinaria capacidad de guarda y exclusivos dulces.

La influencia alemana define a los vinos alsacianos: la gran mayoría son monovarietales y se evita la crianza en barrica para preservar la esencia de sus uvas y terroirs, dando vida a referencias frescas, aromáticas y memorables.

La Riesling, la Pinot gris, la Gewürztraminer y la Muscat están designadas como Uvas Nobles. Estas son las únicas permitidas en los grands crus y en los Sélection de Grains Nobles (SGN), joyas dulces elaboradas exclusivamente con uvas afectadas por la podredumbre noble.

Aunque Alsacia es territorio blanco, sus Pinot noir se han posicionado como una alternativa a los tintos de Borgoña gracias a su excelente relación calidad-precio.

Qué visitar

Desde Estrasburgo hacia el sur te esperan kilómetros de fantasía en un recorrido salpicado por bodegas y castillos.

A 20 minutos de Colmar emerge Riquewihr, una ciudad medieval con un encanto indescriptible. Allí se encuentra Hugel, la prestigiosa bodega con más de 400 años de historia. Su colección de perlas blancas a partir de los mejores terruños captura el alma de Alsacia.

No te pierdas Kaysersberg, elegido pueblo favorito de los franceses en 2017. El río Weiss pasando por debajo de sus casas es una de las imágenes más pintorescas del país. Allí podrás disfrutar de los vinos de Domaine Kirrenbourg, que seducen con su moderna interpretación de la región.

En el sur de la Ruta del Vino aparece Domaine Muré. Durante doce generaciones esta familia ha creado referencias donde los matices de los grand cru emergen con elegancia.

Qué comer

Para los foodies, Alsacia es el cielo en la tierra. Los sabores germanos y galos conviven en las cartas, ofreciendo una gran oferta gastronómica. Estos son algunos de los manjares más típicos:

El choucroûte garnie es un símbolo de la cocina franco-alemana. Compuesto por varias carnes cocinadas a fuego lento, la clave es su base de “chucrut”: col blanca o repollo lactofermentado. Contundente y delicioso. Además en cada villa encontrarás la popular tarte flambée, una tarta salada con nata, bacon y cebolla, y entrantes imprescindibles como la Quiche Lorraine y la tarte à l’oignon.

Pero si eres un goloso, prepárate para disfrutar ya que las pastelerías son uno de los mayores atractivos de Alsacia. En ellas siempre encontrarás el kouglof, un pan dulce con mantequilla, pasas y almendras. ¡No te lo puedes perder!

Kirrenbourg Riesling Grand Cru Brand 2018

Este cítrico, exótico y jugoso monovarietal de Riesling conquistará el corazón de los que adoran esta popular variedad blanca. Gracias a la ubicación privilegiada de su viña sobre suelos graníticos y disfrutando de un clima excepcional, este blanco brilla con intensidad en el paladar dejando un fresco, intenso y seductor recuerdo. Espléndido con productos salinos.

Domaine Muré Pinot Gris Clos Saint Landelin Grand Cru Vorbourg 2016

Elaborado exclusivamente con Pinot gris, una de las variedades nobles de Alsacia, este blanco es tan encantador y seductor como versátil. Con cuerpo, intensidad aromática y una textura que hechiza, este vino es ideal para sorprender a tus invitados. Ideal con pescado crudo, al horno o a la plancha, con carnes blancas y con quesos suaves.

Domaine Muré Pinot Noir Côte de Rouffach 2019

Este Pinot noir de Alsacia muestra que esta famosa región francesa no solo elabora magníficos blancos, sino que también alberga un terruño excepcional para esta delicada variedad. Suave, fresco y afrutado, este tinto es ideal para acompañar una gran variedad de recetas.

Zind-Humbrecht Gewürztraminer Turckheim 2020

La Gewürztraminer es la variedad más importante de Turckheim en términos de extensión cultivada. Esto se debe al valioso clima seco y soleado de esta zona de Alsacia que hace que esta uva tan aromática y seductora regale su mejor versión. Amplio, delicioso e intenso, se trata de un blanco con una gran capacidad de guarda y una referencia ideal para acompañar las recetas con notas picantes y exóticas.