Taberna de la Daniela: descubriendo el sabor auténtico de Madrid

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Hoy quiero homenajear a uno de los manjares de la gastronomía española. Uno de los platos más antiguos de nuestra historia que sigue haciendo historia. Así es amigo, no importa el día que sea, siempre es un placer disfrutar de un buen cocido madrileño con los nuestros.

Desde pequeña no ha habido domingo que en mi casa no se haya servido uno. Como buena provinciana asentada en la capital, una de las cosas que me hacen sentir Madrid como hogar es ir a comer cocido con mis amigos.

Como te venía diciendo, lo mejor es la compañía, ya que es un plato que une por el simple hecho de servirse en el centro de la mesa. Alrededor de este plato sabroso, completo y contundente siempre se respira un ambiente cálido y cercano. Además, representa la cocina de aprovechamiento porque el truco está en juntar los ingredientes que te queden en casa y convertirlos en una joya culinaria. 

La Taberna de la Daniela nos ofrece el sabor castizo del cocido dentro del ambiente propio de las tabernas de antaño. El sonido de fondo de las copas, los platos, las cazuelas…Cruzar el umbral de la puerta del local es adentrarse en otro tiempo.

El cocido se sirve en tres vuelcos: ‘sota, caballo, rey‘, todos ellos acompañados por vinos de la casa. En primer lugar, una sopa muy sabrosa que sonroja las mejillas, servida en una gran sopera que se queda en la mesa para que cada uno repita a su gusto. Después vienen el segundo y tercer vuelco servidos de una vez en dos bandejas. El segundo contiene los garbanzos de Fuentesaúco que se deshacen en la boca, el repollo, la zanahoria y la patata cocida. Y para terminar el festín y chuparse los dedos, las carnes. Eso sí, la ración es para valientes, pero si eres de buen comer como yo lo vas a gozar. Y para saber que realmente lo has disfrutado fíjate en el estado del babero que te ofrecen al inicio del banquete, porque sí, aquí pringarse está permitido.

¿A ti también se te ha hecho la boca agua? Nada más que añadir. Cada vez que voy me enamoro aún más de Madrid, sus costumbres y por supuesto, de su gastronomía. Con más de 20 años de experiencia se ha labrado un prestigio entre los mesones tradicionales como Malacatín, La Bola o Casa Carola, que le ha servido para abrir cuatro locales en Madrid: Goya, Cuchilleros, Medinaceli y Bernabéu. Te recomiendo que reserves con antelación porque con las fiestas ¡las mesas vuelan!

No te pierdas…

  • El cocido completo y los callos a la madrileña.
  • Los vinos de la casa (Jesús Díaz) y los postres caseros (natillas, arroz con leche, tarta de manzana).

Me gusta por…

  • El sabor castizo de sus platos es el fiel reflejo de lo que es una taberna de toda la vida, donde se busca cocina casera y de calidad.
  • Su decoración. Paredes llenas de recuerdos y revestidas de azulejos, sillas de madera y taburetes altos.
Cocido servido en tres vuelcos

Dirección:

Calle General Pardiñas, 21, 28001 Madrid

Teléfono:

+34 91 575 23 29

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Graduada en Ciencias de la Información por la universidad Complutense de Madrid y la Sorbona de París. De padre español y madre francesa, Laura abraza el arte, la literatura y la gastronomía de los dos países que dividen su corazón. En la actualidad, presenta especial interés por el mundo del vino y todo lo que le rodea, uniéndose así al gran equipo de Bodeboca.