Nanclares y Prieto Viticultores

Con el fruto de sus viñedos propios, Paraje Mina y Soverribas, y otros 10 ajenos arrendados en Cambados y su entorno, casi a los pies de la ría de Arousa, pero también en la vecina Ribeira Sacra, elaboran vinos que, como les gusta decir, “transmitan, de forma sincera, cómo es nuestro terruño, nuestro clima y, ¿por qué no?, cómo somos nosotros”. 

La autenticidad y la personalidad propia de cada parcela se dejan sentir en todas sus creaciones, resultado de su apuesta por una filosofía mínimamente intervencionista tanto en viñedo como bodega, sin emplear aditivos, con dosis moderadas de sulfuroso solo tras la fermentación y un embotellado sin clarificación previa y únicamente después de una suave filtración. Aquí priman las maneras de antaño, el respeto por el medioambiente, con la sostenibilidad por bandera, y la artesanía en todo el proceso, desde el cuidado de las cepas al etiquetado de las botellas. 

El propósito es lograr blancos de Albariño y tintos dominados por la Mencía de producciones contenidas sin más pretensiones que ser la fiel expresión de su origen (como si fuera tarea fácil). Verdad sin artificios como la misma que transmiten Alberto y Silvia, execonomista de Miranda de Ebro y emprendedora y antigua técnico de laboratorio de Sanxenxo, respectivamente, los dos nombres propios tras una de las asociaciones más talentosas del panorama galego.