Matrimonios sorprendentes

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Champagne con los aperitivos, lubina con un blanco fresco y cordero con un tinto con cuerpo. A menudo, el mundo de los maridajes se resume en estos clásicos. Sin embargo, las opciones para divertirte emparejando platos con tragos son infinitas y fascinantes. Aquí, te proponemos seis sugerencias que te sorprenderán:

Pollo frito y champagne

James Bond y El Gran Gatsby son algunos de los icónos que convirtieron al champagne en sinónimo de elegancia y distinción. No obstante, en estas escenas de ensueño, este espumoso siempre acompañaba manjares como el caviar mientras que se ocultaba uno de los mejores maridajes de este espumoso: el pollo frito. Su carbónico minimiza la sensación grasa en el paladar y su acidez aporta un efecto refrescante que equilibra esta receta tan terrenal como irresistible. Atrévete a probarlo con Louis Roederer Brut Premier.

Escabeche y madeira

Todos los winelovers sentimos una gran inquietud cuando nos disponemos a disfrutar de un plato que nos encanta y no encontramos un aliado en nuestra bodega. Los escabeches nos sitúan a menudo en esta tesitura. Una solución sorprendente la encontramos en el vino de Madeira Broadbent Sercial 10 Years Old. Su refrescante acidez junto a las sutiles notas dulces y los aromas herbáceos y tostados armonizan con los alimentos que llevan un alto contenido de vinagre. Ideal con una perdiz escabechada.

Guiso de cordero con romero y riesling

La clave de está combinación no está en el cordero, sino en el romero: los principios activos de esta planta aromática comparten un fuerte vínculo con los del riesling e intensifican la sensación en el paladar. El alsaciano Kientzler Grand Cru Geisberg 2016 aporta la estructura y la potencia aromática necesarias para acompañar a este clásico.

Whisky y queso

El queso y el whisky comparten parte de su abanico aromático como las notas herbáceas, ahumadas y recuerdos de frutos secos. Por otra parte, el whisky ayuda a reducir la sensación grasa del queso y la intensidad de este placer lácteo modera el efecto alcohólico del destilado. 

Para acompañar quesos azules, el malta Cragganmore 12 Years Old será tu mejor aliado. Si disfrutas con los quesos ahumados, eleva tu experiencia con Lagavulin 16, un islay con intensos aromas de humo de turba. Para los estilos más sutiles, te sugerimos Jameson Black Barrel que tiene un dulce posgusto.

Salmón ahumado y ginebra

A pesar de la devoción de la última década por este destilado, solo unos pocos se atreven a invitarlo a su mesa. Si eres de los que disfrutas descubriendo estas conexiones, te asombrará la combinación de salmón ahumado con Malfy Gin Con Limone. Las notas cítricas y herbáceas de esta ginebra refrescan el paladar y se convierten en exquisitos condimentos del salmón.


Sushi y tequila

Este maridaje, relativamente nuevo, tiene su origen en los restaurantes de Boston y Nueva York. La sutileza aromática del tequila y sus ligeras notas de almendras y especias potencian el sabor del pescado crudo. Pruébalo con Tequila Olmeca Blanco y sorprende a tus invitados.