4 horas en el XI Salón de los Destilados y el Vermut de Peñín

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¿Puede haber mejor sensación que salir de una gran cata de destilados tras haber podido probar todo lo que tenías en mente e ir paseando por Madrid con una sonrisilla de satisfacción tras el “deber” cumplido? Pocas, la verdad, porque a pesar de que asistimos a este tipo de eventos para catar y conocer, no para beber, siempre los aromas, efluvios y gotas que se escapan a nuestro organismo provocan una sensación de bienestar que te pone en paz con el mundo.

Eso pensaba el martes 28 de febrero cuando salí del Salón de los Destilados y el Vermut de Peñín e iba caminando desde la Gran Vía hacia Atocha. Incluso cuando atravesaba Marqués de Cubas, antigua calle del Turco, y se me vino a la cabeza el fatal desenlace que tuvo para el general Prim, presidente del Consejo de Ministros, un paseo en carroza por ese mismo lugar la tarde del 27 de diciembre de 1870, lo vivido en este salón pudo con todo.

Pero echemos el reloj para atrás y situémonos. Eran las cuatro de la tarde y ahí estaba yo junto a mi compañero Selu Rodríguez esperando a que nos acreditaran para acceder a las maravillas que nos esperaban en el Hotel Las Letras. Y verdaderamente eso es lo que sucedió. En un espacio no demasiado grande y con pocas mesas (agradezco que en este tipo de eventos no haya más oferta que la que puedo demandar, porque de lo contrario se torna en una jornada muy estresante en la que temes perderte algo) decidimos mentalmente cuáles iban a ser nuestras prioridades. Y creo que acertamos de pleno. Paso a comentarte someramente lo más destacable del salón a juicio del equipo de Bodeboca.

Parte del equipo de Bodeboca junto a José Peñín

Los consolidados que a buen seguro conoces

En las mesas de las que disponía la distribuidora Hisúmer volvimos a catar algunos clásicos de destilerías como La Cofradía, Tomatin, Penderyn, Centenario Internacional, Ron Bermúdez o Willett Distillery, entre otros. Pude constatar que el clasicismo de Tomatin nunca falla y que su 14 Y.O. no debe faltar en ningún mueble bar que se precie. Lo mismo debería ocurrir con uno de los tequilas más suaves, herbáceos y cremosos del panorama destilador, La Cofradía Añejo, un trago que te reconcilia con la humanidad. Un poco más al norte en la geografía espirituosa se yergue majestuoso, con su preciosa botella que emula a un alambique pot still, un bourbon que hace que cualquiera con sensibilidad se enamore del spirit de Kentucky para siempre, Willett Pot Still Reserve Bourbon Whiskey.

Visitando el stand de Amer Global Brands constatamos fehacientemente que los rones cubanos de Santísima Trinidad, sobre todo sus 7 y 15 Años, son de los mejores que te puedes echar al gaznate si te gusta beber el ron solo, aunque si quieres combinarlos con refrescos o “coctelizarlos”, siéntete libre, son una auténtica maravilla en cualquiera de sus formas. Si eres ronero, debes tenerlos, si no, los querrás en cuanto los pruebes. ¡Qué cosas más ricas!

Lo que podría estar por venir

En este tipo de ferias siempre hay productos que no conoces y eso las dota de sentido, ya que si no existieran te perderías muchas cositas que pequeños destiladores están creando y que necesitan del boca a boca y de cierta publicidad para que lleguen a más público. Y a los que nos dedicamos a esto nos sirve para conocer más proyectos y bebidas interesantes que se escapaban hasta ese momento a nuestro radar, con el objetivo de que en algún momento te los podamos trasladar a través de nuestra web. Y tengo que decirte que hemos descubierto algunos proyectos que nos han interesado mucho.

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Entre mesa y mesa, y copa en mano, descubrimos Airem y sus tres destilados que despiertan furor en Estados Unidos y que en España comienzan a abrirse paso entre los más conocedores. Este proyecto creado por un jienense de Linares, Pablo Fernández Silva, a las faldas de Sierra Nevada tras muchos años de estancia en EE.UU., es muy interesante. Elaboran una ginebra London Dry Gin, un vodka y un single malt whisky que cuentan con todas las certificaciones orgánicas europeas y estadounidenses, así como las de sin gluten y kosher. Su ginebra y su vodka ultrapremium nos encantaron tanto solas como con tónica.

Y otra sorpresa muy grata fue hallar dos whiskies y una ginebra elaborados de manera artesanal que se elaboran íntegramente en Madrid y que gustaron mucho a nuestro equipo. Se trata de la Dry Gin Martin Sessé y de los single malt Metropoli Iberian Beauty y Metropoli Spanish Affair. Tengo la impresión de que darán mucho que hablar en los próximos tiempos.

Y ojo con las novedades que se pueden venir de un clásico, una de esas marcas de ginebra que abrieron el mercado en España hace décadas y que a día de hoy sigue innovando sin perder su esencia. Me refiero a Rives, cuya Alambique Mandarina gustará a un público muy amplio por su facilidad de trago y porque hasta sola resultará grata para un consumidor que no suele tomar la ginebra de esta forma.

Hubo mucho más, sobre todo vermuts y pacharanes, pero no te quiero abrumar con más tragos. Permanece atento a las novedades en destilados en Bodeboca y consúmelos de manera moderada. Y ya sabes, mejor poco pero bueno. Que la angostura te acompañe.

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Licenciado en Ciencias de la Información en su rama de Periodismo por la Universidad Complutense, de Madrid y formando parte del equipazo de Bodeboca desde la primavera de 2018. Aparte de encantarme los vinos y los destilados, soy un viajero apasionado al que le gustan mucho el humor, la radio, el fútbol, la historia, el arte, la buena música, la criminología y la literatura. En los últimos tiempos he descubierto la paz en las plantas y la generosidad en los perros: se rumorea que estoy madurando. Ah, y como solamente se vive una vez, mi filosofía vital se encuentra a medio camino entre el hedonismo y el epicureísmo.