Rekondo, una de las mecas del vino
En pleno monte Igeldo, a pocos minutos de la playa de Ondarreta, se encuentra un restaurante que cualquier amante del vino debe visitar al menos una vez en la vida. En su bodega se encuentra parte de la historia vinícola mundial, con especial foco en Rioja y Francia. Pasillos y pasillos en los que Txomin Rekondo, su fundador, ha ido recopilando las mejores botellas del globo durante décadas. A mi se me erizó la piel en mi primera visita al ver este museo en uno de los pocos episodios de síndrome de Stendhal que he sufrido en mi vida, y no es de extrañar.
Allí se tiene la oportunidad de degustar añadas antiguas que han estado guardadas en condiciones impecables. Tuve la ocasión de abrir un Viña Ardanza de 1983 y es impresionante el poder comprobar la longevidad del gran vino clásico. Su equipo de sumilleres están encantados de asesorar, ya que la carta de vinos necesita de varias horas para poder leer todas sus referencias.
Por supuesto, la comida no se queda atrás. Una materia prima excelente al servicio del recetario tradicional vasco. Arroz con almejas, ‘txangurro’ al horno, cocochas de merluza o la siempre deseada chuleta de buey, son algunas de las elaboraciones que bordan en una casa en la que te hacen sentir mariposas en el estómago. (Provigil) Cualquier excusa es buena para visitar esta bella ciudad, y solo por comer en Rekondo merece la pena el viaje.
No te pierdas…
- Cuenta tus gustos al sumiller y déjate llevar.
- El arroz con almejas es un plato obligatorio.
Nos gusta por…
- Elaboraciones ejecutadas a la perfección.
- Servicio amable, atento y muy profesional.
Dirección
Paseo de Igeldo, 57. 20008 Donostia-San Sebastián
Teléfono
943 212 907
De Málaga, amante del vino y la comida en general, y de la manzanilla y los torreznos en particular. Publicitario de formación y profesión, dejé el mundo de las agencias de publicidad para entregarme a una pasión: la comunicación del universo vinícola.