Monovarietales por el mundo

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¡Bienvenidos, pasajeros! Preparaos: este verano vamos a descubrir 7 monovarietales cultivados en 7 lugares del mundo. 7 vinos que consiguen expresar con sus matices las características especiales del terruño en el que nacen, sin dejar de reflejar la personalidad singular de la variedad con la que han sido elaborados. ¡Coged vuestras copas que nos vamos!

Primera parada: la Chardonnay en Atacama, Chile

Empezamos con la Chardonnay, una de las variedades más cultivadas en el mundo. Esta uva procede de la región francesa de Borgoña y, aunque la historia del vino en Chile se remonta a la época de los primeros conquistadores españoles, esta variedad no se empezó a cultivar hasta las décadas finales del pasado siglo. Sin embargo, su increíble capacidad de adaptación hizo que pronto se extendiera por numerosas regiones chilenas, como Casablanca, San Antonio, Aconcagua o Limarí.

Tanta fama adquirió la excelente capacidad de adaptación de la Chardonnay que llegó a cultivarse incluso en la agreste región de Atacama. Un ejemplo de ello es Tara Chardonnay 2016, un vino atípico, reflejo del particular terruño donde crece, en el mismísimo desierto de Atacama. Ningún vino podrá seducirte del mismo modo que uno elaborado en condiciones tan extremas, cuya sola existencia resulta casi un milagro.

Segunda parada: la Moscatel en Setúbal, Portugal

La Moscatel es una variedad muy antigua que, según algunos expertos, podría tener su origen en la civilización egipcia. Existen más de 200 variedades de esta uva y su cultivo está muy extendido en Europa, desde el ‘Moscato’ del norte de Italia, al ‘Muscat’ de la región de Alsacia, en Francia. En la Península Ibérica, se cultiva sobre todo en el Levante y en la región de Setúbal, en Portugal. La denominación de origen Moscatel de Setúbal se remonta al año 1907, pero, ya mucho antes, personajes de la talla de Luís XIV alabaron los vinos de esta región. 

Moscatel Alambre 20 años es un blanco elaborado por la familia Fonseca, una de las estirpes más importantes en el universo vinícola de la región. De hecho, la bodega cuenta en su haber con un moscatel premiado con 100 puntos Parker. Alambre 20 años, uno de los blancos más afamados de la casa, es un ‘blend’ de varias añadas de Moscatel de Setúbal fortificadas con brandy que no dejará indiferente a nadie.

Tercera parada: la Moscato d’Asti en Moscato d´Asti, Italia

Como antes decíamos, la Moscato es la variedad de Moscatel típica del norte de italia. La región conocida como Moscato d’Asti se dedica, en su mayoría, a la elaboración de vinos a partir de esta uva. Un ejemplo es La Casona de la Vid 2018, un blanco dulce de producción limitada que sorprende con su ligera burbuja y con sus sutiles notas de manzana, pera y otras frutas frescas. 

Cuarta parada: la Godello en Valdeorras, España

La Godello crece en el noroeste de España, sobre todo en Galicia, y se cree que también en la región de Tras-os-Montes, Portugal. Esta variedad fue mencionada por varios autores ya en los siglos XVIII y XIX, y se conocen cepas bicentenarias de la misma. Algunas de estas cepas fueron plantadas en la región de Valdeorras por el viticultor José Ramón Gayoso, que creyó en esta uva  autóctona cuando el resto de viticultores plantaba únicamente variedades extranjeras.

Precisamente, el vino blanco Pezas da Portela se elabora exclusivamente a partir de las 11 ‘pezas’ (parcelas) históricas que fueron plantadas, a lo largo del siglo XX, por los hijos de Jose Ramón Gayoso, utilizando el clon originario de este pionero viticultor. Este godello expresa como pocos las características singulares de las laderas pizarrosas situadas en la aldea de Portela, en plena denominación de origen Valdeorras

Quinta parada: la Riesling en Central Otago, Nueva Zelanda

Esta es una variedad procedente de la región del Valle del Rin, en Alemania, aunque su cultivo está extendido por diversos países donde se dan climas apropiados, como ciertas regiones de Francia, Austria o Nueva Zelanda. Su cultivo se inició aproximadamente en el siglo XV y, en la actualidad es una variedad valorada muy bien por su capacidad para expresar el carácter del terruño donde crece.

En Central Otago, Nueva Zelanda, se encuentra una de las zonas vinícolas más reconocidas del país, donde la Riesling posee una fama especial. Bodegas Carrick aprovecha la suavidad de las temperaturas de la zona y las muchas horas de sol para elaborar tres monovarietales foráneos. Uno de ellos es Carrick Bannockburn Riesling 2015, elaborado con uvas cosechadas de forma prematura para conservar el abanico aromático característico de la Riesling.

Sexta parada: la Gewürztraminer en Pfalz, Alemania

La Gewürztraminer es una variedad de uva originaria de Alsacia, Francia, aunque su nombre deriva de la localidad de Tramin, en el Bajo Tirol de Italia. Según otra corriente, esta variedad habría tenido su origen en Grecia, descendiente de la uva Aminea, y desde allí, se habría trasladado a Tramin y posteriormente a Alsacia. Lo cierto es que en Tramín se tiene constancia de esta variedad desde hace más de mil años.

Cultivada hoy en muchas y muy diversas regiones, la Gewürztraminer ha encontrado su lugar también en la zona del Palatinado, la mayor área de producción de vino de Alemania. La bodega Georg Mosbacher, ubicada en la región vinícola del Pfalz (Renania-Palatinado), elabora Georg Mosbacher Gewürztraminer 2015, un blanco de amable acidez que deleitará a los amantes de esta variedad.

Séptima parada: la Sauvignon blanc en Pouilly Fumé, Francia

Esta uva tiene su origen en la región francesa de Burdeos, una de las zonas vinícolas de mayor prestigio a nivel internacional. Esto la ha llevado a viajar por prácticamente todo el mundo (España, Italia, Sudáfrica, Australia…), aunque es en América, sobre todo en los países del Cono Sur y en California, donde ha conseguido más adeptos.

En Francia, en el valle de Loira, la Sauvignon blanc es una de las variedades más cultivadas. Domaine Serge Laloue Pouilly Fumé Blanc 2018, monovarietal de esta uva, cuenta, además, con el famoso “aroma de pedernal”, esa fragancia ahumada tan especial que los viñedos del terroir de Pouilly-sur-Loire confieren a sus vinos.

Ahora sí, ya es hora de disfrutar: ¿cuál será tu próximo monovarietal?