Entrevista a Miquel Àngel Cerdà, de Ànima Negra

|Categoría

Viajamos a Mallorca, en concreto al municipio de Felanitx, al sureste de la isla, para entrevistar a Miquel Àngel Cerdà, alma mater de Ànima Negra, una bodega nacida en 1994 que es toda una referencia de vinos personales y de calidad en la isla.

Sus vinos se elaboran en la antigua possessió de Son Burguera, una edificación del siglo XIII que comenzó abasteciendo a la población local, y ha terminado siendo una marca reconocida en el mundo del vino.

Miquel, la primera vez que probaste el vino, ¿cómo lo recuerdas?¿Te gustó?

No lo recuerdo bien. Imagino que la primera vez que lo probé fue cuando era muy niño. En los calurosos días de verano nos dejaban comer con vino rosado de la Cooperativa de Felanitx rebajado con sifón. Era algo que nos encantaba hacer de niños, ya que nos sentíamos adultos. Quizá en ese momento no era una cuestión de paladar, sino la sensación de que beber vino me hacía “mayor”.

¿De dónde viene el nombre Ànima Negra

En catalán, al vino tinto le llamamos vi negre. Nuestra bodega se llama Ànima Negra porque en ese nombre aunamos un tipo de vino, en este caso tinto, con la percepción de que hay algo vivo, animado, profundo en aquello que no vemos

¿Cuál es la filosofía de la bodega?

La filosofía de nuestra bodega es generar el mejor producto posible siendo fiel a nuestras variedades autóctonas tales como la Callet o la Mantonegro. A pesar de que la naturaleza nos reta, nosotros intentamos sacar adelante el mejor producto posible añada tras añada. Para profundizar en la tipicidad de las variedades de la isla utilizamos levaduras autóctonas de las viñas propias de Son Negre, a partir del banco genético que hemos formado durante años.

Vuestra seña de identidad es la Callet, una variedad autóctona de Mallorca que utilizáis en todos vuestros vinos. ¿Qué tiene la Callet que no tiene otra variedad?

Lo fundamental es que es nuestra, pero aunque es algo local ha demostrado una enorme capacidad de trascender los límites espaciales y temporales. La buena acogida de la Callet es algo que no hubiéramos imaginado hace 20 años.

Las etiquetas tienen un gran poder a la hora de decantarnos por un vino. Las etiquetas de Son Negre son muy curiosas y llamativas, ¿esconden alguna historia?

Nuestras etiquetas nacen de nuestra amistad con el artista y amigo Miquel Barceló, que es oriundo de Felanitx, nuestro pueblo y buen conocedor del vino. Cuando elaboramos nuestros primeros vinos 100% Callet tuvimos la oportunidad de vestirlos con sus pinturas. Una amistad y colaboración que se ha mantenido a lo largo del tiempo.

¿Qué vino recomendarías para alguien que se está iniciando en el mundillo?

Un buen vino, de lo contrario no repetirá. En Mallorca hay muchos buenos vinos y para todos los gustos, así que la respuesta es un tanto difícil. Para un principiante le recomendaría un tinto joven elaborado con variedades de la isla, o un blanco elaborado con Prensal blanc. Me atrevería a decir que pruebe con uno de nuestros vinos para iniciarse en el fantástico mundo del vino.

Vuestro vino se vende mucho fuera de Mallorca y de la península ¿a qué países exportáis?

Nuestros vinos se exportan en más de 30 países. Es un orgullo que vinos de una zona poco conocida en el mundo vinícola y además elaborados con variedades autóctonas, estén representados en buena parte del mundo. Algunos de los países donde exportamos son Alemania, Suiza o Austria.

¿Qué comemos con cada vino?

Un buen vino fundamentalmente potencia una buena comida. Con nuestros vinos se puede acompañar una comida de principio a fin. El Quibia con su ligero aroma marino, y sus notas tropicales marida muy bien con marisco o con un pescado a la plancha.  El AN por el contrario elaborado prácticamente en su totalidad con Callet y una crianza de 14 meses en barrica, es el compañero perfecto para una carne a la brasa.