¿Cómo conservar el vino en casa?

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A la hora de elegir un vino tenemos en cuenta muchos factores. Valoramos su lugar de procedencia, la variedad o variedades de uva con la que está elaborado, el momento en que pensamos abrir la botella, la compañía e incluso el maridaje. Sin embargo a veces descuidamos lo que viene después y no lo almacenamos como es debido.

La conservación del vino en casa es algo que todos deberíamos cuidar para que nuestras botellas lleguen al momento de consumo en el mejor estado posible.
Mantener el vino en condiciones poco apropiadas puede provocar que la experiencia a la hora de consumirlo se aleje mucho de la que podría haber sido. Si además eres de los que suele comprar vinos con buena capacidad de guarda, con objeto de abrir en el futuro, lo que te vamos a contar a continuación te interesa especialmente.

Aquí tienes 5 recomendaciones que te evitarán algunos disgustos:

  1. Mantén siempre las botellas en disposición horizontal para provocar que el vino esté en permanente contacto con el corcho, manteniéndolo humedecido y mejorando su estanqueidad. Esto no aplica a los vinos espumosos, en los que el contacto continuado del vino con el corcho puede terminar deteriorando el corcho y sacrificando la calidad del carbónico.
  2. Busca un lugar que goce de temperatura relativamente estable. Los cambios bruscos de temperatura pueden producir variaciones en el diámetro del cuello de la botella, debido a la contracción o dilatación del vidrio, así como variaciones en el volumen del vino que terminen provocando pérdidas de líquido a través del corcho. Esto no implica directamente que el vino se estropee, pero puede ser el principio de una oxigenación prematura.
  3. Además de ser estable, la temperatura de conservación debe ser baja y la humedad relativamente alta. Lo ideal es que mantengamos la temperatura ambiente entre 6 y 18ºC aproximadamente y sin grandes cambios. La humedad, por su parte, debe oscilar entre el 60 y 80%. Estas condiciones se suelen dan de forma natural en estancias subterráneas, como sótanos o (naturalmente) bodegas, pero siempre es posible favorecerlas haciendo uso de ventilación o climatización.
  4. Las vibraciones, ruidos de cierta intensidad y olores fuertes son enemigos del vino. Es por ello que la cocina suele ser un mal sitio para mantener nuestras botellas, ya que además de soportar altas temperaturas o humos, suele haber vibraciones provocadas por extractores y otros aparatos.
  5. No expongas tus botellas a la luz directa, ya sea solar o artificial. Proteger al vino de los rayos UV es la razón principal por la que la mayoría de bodegas utilizan botellas de vidrio oscurecido.

Como seguramente ya habrás deducido, lo más fácil para recrear unas buenas condiciones de conservación es hacerse con una nevera para vinos o vinoteca. Estos electrodomésticos nos permiten mantener nuestras botellas siempre de manera horizontal, a temperatura estable e incluso dentro de los parámetros de humedad requeridos. (https://perfumesample.com) Además muchas de ellas cuentan con sistema de renovación de aire.

Recomendable sí, necesario no. Si no sueles almacenar mucho vino o simplemente no tienes sitio o recursos para una vinoteca, es importante que intentes seguir nuestras recomendaciones. Ya verás como tus botellas se mantienen en buen estado, permitiéndote disfrutar del vino sin preocupaciones.

Y ya sabes, almacenar bien el vino hoy nos garantiza la mejor experiencia mañana.

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De Utrera, Sevilla. Ciudadano adoptivo de la capital y parte de la familia Bodeboca desde 2016. Empecé como el sumiller de la casa (qué tiempos) y a inicios de 2018 pasé a formar parte del departamento de Selección y Ventas, del que ahora soy responsable. Me es imposible entender la vida sin la gastronomía en general y sin el vino en particular. Fervoroso amante y defensor de los vinos de Jerez, Loira y Piamonte.