Un hotel de insectos: fomentando la vida en el viñedo

Las modernas tendencias en viticultura apuntan a mantener un ecosistema vivo en las viñas. Vemos cada vez más, viñedos en los que se deja el manto vegetal y no se realizan tratamientos para eliminar las hierbas e insectos que aparecen espontáneamente.

Bodegas Menade, en Rueda, ha dado un paso más en esta dirección: crear un Hotel de Insectos. Con este curioso nombre han denominado un proyecto de plantación de especies representativas de los diferentes estratos de su ecosistema. En el plano inferior, a ras de suelo, se han plantado especies de tallo pequeño: aromáticas como lavanda, salvia o distintos tipos de romero. En el plano medio, se ha apostado por rosas silvestres, espliegos rojos, endrinos, saúcos y zarzas silvestres, entre otras. Todas estas especies proceden de cultivos al aire libre con raíces repicadas, esto es, con un sistema radicular reforzado.

También llamado Jardín de Polinización de Bodegas Menade, constituye un gran jardín de plantas endémicas de Castilla y León que está vivo todo el año, resultando un gran circuito floral para todo tipo de insectos.

Ideado como un proyecto de restauración medioambiental en una zona marcada por una progresiva desertización, adquiere también importancia en el viñedo, pues todas estas plantas suponen hábitats para insectos que contribuyen a la polinización y también alojan pájaros que se alimentan de insectos que atacan al viñedo.

Este Hotel de Insectos de Bodegas Menade, ha sido premiado recientemente como una de las ‘Mejores 100 Ideas’ de la revista Actualidad Económica.