Maridaje con encurtidos, los reyes del picoteo

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Están en pleno revival, aunque en verdad nunca dejaron de estar de moda porque gustan a casi todos y, en la mayoría de los casos, su preparación y servicio no requiere más que la maña justa para abrir un bote. Son los encurtidos o variantes, el recurso eterno del aperitivo para salir del paso se erige ahora en la quintaesencia del casticismo modernete con la proliferación de locales que los tienen como reclamo estrella. Nada sorprendente para quienes los adoramos desde la infancia, prefiriendo aceitunas o pepinillos a chocolatinas y dulces varios. 

Tendencias a parte, los encurtidos concitan un buen puñado de parabienes que los convierten en el picoteo perfecto, principalmente porque abren el apetito, tienen poquísimas calorías y son fuente de fibra, vitaminas y nutrientes. Por el protagonismo del vinagre en su sabor, el maridaje con encurtidos puede resultar algo complicado, pero aquí te dejamos propuestas vinícolas más allá de la recurrente cervecita.  

Goya XL Manzanilla Reposada en Rama 50 cl

Aceituna

La más popular, siempre preparada para entregar una pequeña y controlada explosión esférica de placer. Verdes o negras, con o sin hueso o rellenas. Los tipos como sus aliños son variados, al igual que sus posibilidades de maridaje. Desde, las suaves y ligeramente salinas de manzanilla, clásicas de tascas sureñas acompañadas de fino o su tocaya líquida en una réplica armoniosa, hasta el toque de tomillo, orégano, laurel e hinojo y fino amargor de las Campo Real, ideales con blancos con similares notas herbáceas y especiadas como verdejo, godello o sauvignon blanc.

Berenjena de Almagro

De origen árabe, esta joya con indicación geográfica protegida cultivada en el Campo de Calatrava (Ciudad Real) es, tras su cocción, sometida a un proceso de fermentación en un aliño de vinagre, ajo, aceite, pimentón, cominos y sal, que le otorga su característico e intenso sabor, combinación de matices ácidos, amargos, algo picantes e incluso anisados. Para acompañarla, apuesta por un maridaje de proximidad recurriendo a la variedad reina manchega, la blanca Airén, ideal por su acidez justa y frescura.

Las Tinadas Airén de Pie Franco 2022
Vermut Todo el rato

Gilda

La “chica” del momento ya es talludita. Su invención se le adjudica a Joaquín Aramburu, Txepetxa, cliente del bar donostiarra Casa Vallés, quien un buen día de 1948 pinchó en un palillo una aceituna, una piparra y una anchoa en salazón. El éxito fue inmediato, y junto al resto de parroquianos, lo bautizaron como el mítico personaje interpretado por Rita Hayworth porque, como ella, era “salada y con un toque picante”. Nada como un buen vermut con el punto óptimo dulce-amargo o un txakoli en honor a su origen para sublimarla y entonar aquello de put the blame on me.

Pepinillo

Pequeño, grande, avinagrado, agridulce, sabor anchoa o en kimbo (dentro de una aceituna gordal), este cucurbitáceo es para muchos adictivo. El recuerdo impregnado de la salazón y la carnosidad intensa de la aceituna casarán bien con un buen albariño, mientras que el toque aportado por el azúcar, la pimienta negra, el eneldo y la mostaza en su versión agridulce podría sorprender con la frescura, pureza y acidez equilibrada de un espumoso brut nature

Segura Viudas Brut Nature Gran Reserva 2017

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Madrileña de Aluche de cuna y militancia, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y, desde noviembre de 2019, miembro del equipo de Contenidos de Bodeboca. La mayor parte de mi trayectoria laboral ha estado ligada a la información local de mi ciudad en prensa escrita y radio. La casualidad (¿o causalidad?) hizo que cambiara ruedas de prensa, plenos municipales y visitas de obras por historias de bodegas, variedades de uvas y notas de cata con palabras mágicas como sotobosque. Viajar, el mar con los míos, los días soleados, perder la noción del tiempo en un museo y las canciones de siempre de Calamaro, U2 o Bruce Springsteen, son algunas de mis cosas favoritas. Y, por supuesto, si se dan acompañadas de vino, la perfección.