Anna Espelt, vignerona en Vilajuïga

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La Garnacha (o Lledoner, como la llamamos aquí) es una variedad que parece nacida para estar en el Empordà, por su resistencia al viento y el calor.

  1. ¿Cómo se inició el proyecto del Celler Espelt?

La bodega nació en el año 2000, fruto de las inquietudes acumuladas de Lluís Espelt, un hombre que con 69 años decidió poner en marcha este proyecto que hoy día dirige su nieta Anna. Él era lo que hoy llamaríamos un “emprendedor”, esta palabra tan en boga últimamente. Pues sí, un emprendedor de 69 años es el punto de partida. Junto a Quimeta, su mujer, ya eran viticultores reconocidos en la zona, en ese momento, y con su hijo Damián, agrónomo de formación, dirigían una empresa de productos agrícolas de la que nació la bodega.

  1. ¿Dónde está más presente la tradición en vuestra bodega actual?

Nuestras raíces se encuentran en la garnacha dulce, sobretodo en el Airam, nuestra Garnacha de solera. En nuestra casa, como en tantas otras de la zona, había una barrica de Garnacha dulce que generalmente se servía, para dar la bienvenida y en vasos de duralex, a las visitas. Nuestro abuelo, Lluís Espelt, se dio cuenta que no todas las Garnachas dulces eran igual de buenas e, investigando investigando, llegó a la conclusión que las mejores eran las que se habían guardado de un año para otro.

  1. ¿Cómo se expresa la Garnacha en vuestra zona?

La Garnacha (o Lledoner, como la llamamos aquí) es una variedad que parece nacida para estar en el Empordà, por su resistencia al viento y el calor. Tiene muchas caras, es versátil por antonomasia, e increíblemente mediterránea y fresca. En su versión blanca da vinos con mucho cuerpo, y en su versión tinta, vinos muy agradables con unos taninos que acompañan pero que no le quitan protagonismo. Pero nos tiene enamorados la Garnacha gris, una perla de variedad que hace blancos y rosados con perfume y mucho cuerpo, la más ampurdanesa. Ya sea en sus variedades blancas, tintas o grises, nuestros vinos de Garnacha se caracterizan por tener un punto de frescor que los equilibra.

    4. ¿Cómo son los suelos del Empordà?

Estamos donde los Pirineos van a morir al mar, en el Cap de Creus, una tierra formada por pizarras con parches de granito. Tenemos viñas en ambos tipos de suelo y cada uno aporta su propio carácter. Los suelos de sablón, un suelo arenoso que procede de la meteorización del granito, dan vinos frescos, elegantes y fáciles de beber. La pizarra es responsable de vinos más maduros, tánicos y poderosos.

  1. ¿Qué relación tenéis con la Tramontana como viticultores?

La Tramontana es un viento con el cual tenemos una relación muy especial. Es nuestro viento, un viento impetuoso, inclemente y tenaz, que a veces dura hasta una semana y que, cuando llega, nos oprime, y cuando se va, nos libera. La viña quiere a la Tramontana cuando la seca después de la lluvia, y la odia cuando rompe racimos, hojas y brotes. Aún así, somos conscientes que dota a nuestro paisaje, y a menudo también a nosotros, de una magia y un arrebato especiales. Es evidente que nuestros vinos son fruto de esta tierra y de nuestra manera de conducir la viña, así que podemos decir que también están tocados por la Tramontana.

  1. ¿Con qué recomiendas tomar este vino?

El Old Vines Garnacha es un vino muy versátil, y queda bien tanto con carnes blancas como con carnes rojas, como podrían ser un filete de cerdo, cordero asado o pavo. También es un gran compañero de quesos curados y de verduras a la brasa.