Gabriel Martínez, vigneron en Jumilla

«Todavía nos queda mucho por hacer pero vamos en el buen camino.»

¿Cómo surge Crápula wines?

Inicié este proyecto en 2008 junto a dos amigos enólogos con la idea de elaborar un vino de Jumilla que pudiera representar bien el gran potencial cualitativo que tiene una denominación que no me era para nada indiferente, puesto que soy jumillano y crecí en contacto con estas tierras y sus viñedos.

¿Qué tipo de viñedo buscabas para este proyecto?

Seleccionamos viñedos viejos de Monastrell de viticultores de la zona. La mayoría de 40 años de media y con gran porte, autorregulados de forma natural. De hecho, buscamos viñedos en los que el agricultor reduzca al mínimo posible los tratamientos de campo y aunque no es un vino ecológico sí podemos decir que es un vino natural, en el que se potencia el terruño en su máxima expresión. Por otro lado, tengo 20 hectáreas de viñedo joven con variedades como la Syrah, Cabernet sauvignon y Petit verdot, que complementan a la Monastrell.

Entrando en materia ¿qué tipo de vino es Crápula?

Quería hacer un vino amable y frutal, haciendo una enología sencilla y de respeto a la Monastrell, que es la base de este proyecto. Siempre he buscado la excelencia y al mismo tiempo romper con lo tradicional, en definitiva me considero un inconformista y quería ofrecer un vino que transmitiera mi forma de ver las cosas.

¿Es un hándicap elaborar en una zona de estepa, tan calurosa?

Para combatir el alto grado alcohólico que pueden alcanzar los vinos de esta zona precisamente hemos elegido viñedos en altitud, concretamente a 700 metros sobre el nivel del mar, una orientación noreste y zonas de umbría, de manera que podamos tener menor graduación y que no se nos dispare el alcohol. Los vinos de Jumilla hace diez años tenían un papel más secundario pero hoy están cada vez más valorados, todavía nos queda mucho por hacer pero vamos en el buen camino y hoy cada vez más se aprecian las virtudes de la Monastrell.

¿Qué importancia tiene el suelo en el viñedo?

En nuestro caso los suelos son de piedra caliza en superficie y debajo tenemos arenas. Son suelos pobres en materia orgánica y muy drenantes. La frescura la conseguimos en parte gracias a este suelo y en parte gracias a la orientación de las viñas.

Ya en bodega ¿qué tipo de vinificación hacéis?

Vinificamos en depósitos abiertos, haciendo maceraciones largas y suaves. La extracción va muy ajustada, no queremos vinos extractivos, queremos complejidad, frutalidad y frescura, vamos buscando la elegancia y por ello creo que tenemos un vino goloso pero fresco, con bastante equilibrio. (Phentermine K25)