Viñas Queirolo

Intipalka significa "valle del sol" en quechua, el lenguaje milenario del pueblo Inca, pues ya entonces era conocida esta región por sus excelentes condiciones para la agricultura. Y es que a pesar de la escasa pluviosidad de la región, los suelos graníticos y grietas montañosas, su proximidad a la costa del Pacífico y la protección que ofrecen los Andes, esta región puede compararse con los mejores terroirs del planeta. 

La familia Queirolo, emigrada desde Italia en 1877, comenzó su trayectoria vinícola en el Nuevo Mundo hacia finales de siglo XIX, y se ha ido consagrando como una de las grandes referencias del país del Machu Picchu. Hoy, Santiago, Jorge y Francisco Queirolo, tercera generación de la saga, son quienes llevan las riendas de la casa. 

La antigua Taberna Queirolo es hoy un potente grupo bodeguero y pisquero que en 2008 lanzó Intipalka, su estandarte y gama premium de vinos, que les ha permitido crecer hasta llegar a las 140 hectáreas que se extienden por este valle soleado. Montañas de suelos rocosos y graníticos ricos en materia orgánica, donde crecen variedades como la Tannat, la Petit Verdot, la Cabernet sauvignon o la Sauvignon blanc. Pero también se pueden encontrar viñedos en terrenos arcillosos, limosos y arenosos, plantados con Malbec, Syrah, Merlot o Chardonnay.

Los vinos bajo la marca de Intipalka se muestran plenos de personalidad y carácter, poniendo a Perú en el mapa vinícola. Blancos frescos y puros, tintos densos y llenos de potencia que, desde luego, dejan un recuerdo imborrable.