La bodega borgoñona fue fundada en 1980 por Michel Paquet y su esposa Jocelyn. En 2015, sus tres hijos, Camille, Mathieu y Jean-Baptiste tomaron el control del proyecto. Todo queda en casa.
Camille se encarga de elaborar los vinos y gestionar los viñedos. Por su parte, Mathieu y Jean Baptiste son los responsables de comercializarlos. Su compromiso es mantener el legado de sus padres y dar a los aficionados buenos vinos blancos de la Gran Borgoña que reflejen como ninguno el terroir de la zona y, además, al mejor precio.
En esta bodega son unos maestros confeccionando blancos con la variedad Chardonnay. Sus viñedos se aprovechan de la gran insolación que reciben debido a su orientación sur-sureste. El terruño está inserto en suelos de arcilla y piedra caliza. Todo esto fomenta vinos llenos de expresividad, muy minerales y florales y con una gran carga frutal.
El trabajo que llevan a cabo en el viñedo es sostenible, buscando la mayor naturalidad posible y el reflejo del terruño en cada vino. Por ello, se lleva a cabo una vendimia manual y una vinificación mínimamente intervencionista con empleo de depósitos de acero inoxidable.
Camille y Mathieu han decidido crear su propio proyecto con la creación de la bodega Domaine Camille Paquet. El objetivo que se han impuesto es el de crear unos vinos de terroir que sean los mejores de la zona de Mâconnais.
A lo largo del año 2019, ambas bodegas se fusionaran bajo el nombre de Famille Paquet.