Brita Hektoen, vignerona en Jerez

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«Nuestro proyecto es hacer vino de jerez desde la cepa, cuidando con esmero el viñedo, dejando que los vinos que dan las cepas viejas de más de 35 años vayan rociando las madres que tenemos en bodega para poco a poco ser un todo.»

¿Cómo llegaste a Jerez? ¿Qué te impulsó a elaborar vinos de Jerez?

Soy noruega y conocí en Barcelona a mi marido Agustín, que es de El Puerto de Santa María. Vivimos allí unos años  pero queríamos estar más cerca de su familia, teníamos ganas de ir al sur. Queríamos innovar en un sector tan tradicional como el del Jerez, que fue la primera D.O. de España. Cuando encontramos la Casa Viña Santa Petronila, una explotación vitivinícola que data probablemente de la época romana, apostamos por el enoturismo y por elaborar vinos muy especiales.

Vinos especiales y con una filosofía novedosa…

Sí, nosotros hemos querido dar mucha importancia a la viña, cuando lo habitual en Jerez es que el trabajo en bodega sea lo más destacado. Nosotros creemos que si cuidamos nuestros viñedos y vendimiamos la uva de un modo tradicional, todo ello repercutirá en el vino.  Y es que estamos situados en el Pago Macharnudo: los viñedos de esta zona de Jerez Superior son tan viejos como la histórica ciudad de Gades. Las partes bajas del viñedo estaban bañada por el mar hace menos de 1000 años, y hace menos de cien, aún estaba la brisa del mar refrescando las uvas y las mareas inundando esta  blanca tierra albariza. Es un lugar privilegiado.

¿Cómo ponen en práctica esta filosofía?

 Nuestro proyecto es hacer vino de Jerez desde la cepa, cuidando con esmero el viñedo, dejando que los vinos que dan las cepas viejas de más de 35 años vayan rociando las madres que tenemos en bodega para poco a poco ser un todo.

Queremos  que el fino recoja toda la potencia de un Palomino de cepas viejas del pago de Macharnudo, criado en la mejor zona de albarizas.  Para nuestros jereces , utilizamos principalmente la variedad de uva desarrollada por Fernández de Bobadilla llamada Palomino 84.

¿ Cómo cuidáis vuestras viñas?

 Intentamos  mantener el agua que caiga de la lluvia, ya que no está permitido regar. Por ello, entre otoño e invierno, se lleva a cabo en las laderas una labor llamada “aserpia”, especifica de esta zona. Consiste en formar en las calles de las viñas lomos o caballetes que configuran unas piletas en las que se retiene el agua de la lluvia.  A partir de primavera se deshace esta aserpia y se procura dejar la superficie llana.

Santa Petronila es una bodega realmente pequeña…

 Es la bodega más pequeña de todo el Marco de Jerez. Una micro bodega donde hacemos sacas reducidas, de entre 300-600 botellas, ya que seguimos el método tradicional de criaderas y soleras.  Nuestro fino en rama es un exponente de lo que puede ofrecer un vino que procede de cuidados viñedos, vendimiados a mano y que ha realizado una crianza bajo velo de flor en nuestra bodega.