El enólogo que hay detrás de Alonso del Yerro

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En Alonso del Yerro tienen la suerte de contar con un viñedo de una riqueza extraordinaria pero también con un “dream team” enológico envidiable.

Precisamente en representación del equipo, hemos hablado con Lionel Gourgue, enólogo bordelés que, a pesar de su juventud, ha trabajado en bodegas tan míticas como Château Carbonnieux en Pessac-Léognan y posteriormente, cruzando el ancho mar, ha atesorado interesantes experiencias en Nueva Zelanda,California y Argentina.
Has trabajado en viñedos diversos por todo el mundo ¿qué tiene el viñedo español? 

España posee un buen viñedo, variedades autóctonas y un clima excepcional que favorece el carácter de los vinos. En Argentina por ejemplo, hay vinos muy interesantes, pero las añadas suelen parecerse unas a otras. En cambio, en la Ribera del Duero, el clima es continental, bastante extremo y si a esto sumamos al altura, tenemos todas las condiciones para elaborar vinos con carácter y que cada añada sea diferente.

¿Es contraproducente entonces la regularidad en las añadas?
Para bodegas con pequeñas producciones como la nuestra, es importante que la añada refleje las condiciones de lo que pasó en el viñedo. La naturaleza entrega cada año cosas diferentes y precisamente nosotros partimos del concepto de que el vino se hace en la viña y en esto la climatología influye mucho. En definitiva, huimos de los vinos estándar porque nos enfocamos en el suelo con un vino personal y con carácter propio.

Que un vino exprese carácter propio ¿Es definitivamente un trabajo en la viña?
Para empezar, hay que contar con una buena base. Si tienes una parcela que no vale nada difícilmente podrás elaborar un buen vino. Es preciso contar con buenas viñas en los lugares adecuados. En el caso de nuestro viñedo, lo adquirimos con 14 años de vida, se estudiaron las parcelas y los suelos para tomar las decisiones correctas y constatar si valían o no para hacer un gran vino.

Entonces, ¿cuáles son las cualidades que a tu juicio debe reunir un buen vino?
Que tenga personalidad, y con esto quiero decir, que refleje el sitio de donde viene, que la variedad sea adecuada al terruño, que su elaboración sea precisa, que la crianza sea la adecuada, pero sobre todo, que me transmita algo y que me emocione cuando lo beba.

¿Qué ha pasado en 2010 para considerarla la mejor añada hasta ahora?
Es una añada muy madura, se consiguió una excelente madurez que aportó una cierta tensión en los vinos gracias a una acidez fresca y a una calidad de taninos que me parece interesante destacar. En la Ribera hemos tenido tres grandes añadas consecutivamente, la 2009, la 2010 y la 2011 pero me quedo con esta añada en particular porque tiene clasicismo y frescura.

Aunque sabemos que resulta la pregunta del millón ¿cuál es tu vino favorito?
Teniendo en cuenta lo que os comenté de la añada, sería María 2010. Pero es difícil decidirse cuando se trata de algo que has creado tu mismo. El 2008 me gustó mucho porque a pesar de que fue una añada complicada conseguimos hacer un gran vino.

Para terminar ¿nos puedes dar algún tip de enólogo para nuestros socios?
Fundamental que prueben y que luego, con el grado de iniciación que tienen, vayan más lejos, que prueben zonas, variedades, añadas distintas de una misma bodega…
Variedades como la Mencía, la Moscatel, son interesantes. Galicia por ejemplo últimamente está despuntando con vinos elaborados con Merenzao, Brancellao… y fuera de nuestras fronteras, son interesantes la Pinot Noir de la borgoña y la Cabernet Franc del Loira. Sin olvidar nuestros vinos, para que conozcan lo que pueden entregar los suelos de esta parte de Roa.