Uvas para descubrir y repetir

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La Tempranillo y la Garnacha reinan en los tintos españoles mientras que nadie discute el trono de la Albariño y la Verdejo entre los blancos. Estas y otras populares variedades de uva han logrado el reconocimiento de nuestros vinos a nivel mundial y, junto a nuestra envidiable gastronomía, ha convertido a España en el paraíso de los hedonistas.

No obstante, gracias a la gran diversidad de climas, suelos y modos de cultivo, en cada rincón de la península se esconden cepas autóctonas que dan vida a auténticos vinos de terroir que expresan la historia vinícola de cada región. En este artículo te proponemos tres enigmáticas variedades tintas y tres blancas que seguro que te sorprenderán.

Maturana blanca

Gracias a su autenticidad, los riojas son admirados en todo el mundo. Sin embargo, pocos saben que la uva más antigua de la que se tiene noticia en la región no es la Tempranillo, sino la desconocida Maturana Blanca. Esta variedad aparece en unos escritos de 1622 y solo se encuentra en los términos de esta D.O.Ca. El esfuerzo de los viticultores tradicionales por resucitarla ha merecido la pena.

En buenas manos, esta baya da vida a blancos de gran intensidad aromática con notas de limón, manzana verde y frutas tropicales junto a una fresca fragancia herbácea. Su capacidad para retener una óptima acidez hace que sus referencias sean muy gastronómicas. ¿Intrigado? Descubre todos sus encantos con La Pequeñita, el monovarietal de la bodega Alonso & Pedrajo.

Loureira

Esta antigua variedad de alma gallega debe su nombre a los recuerdos de laurel que despierta en el paladar. Compleja y expresiva, la Loureira da lugar a vinos de bajo grado alcohólico y una refrescante acidez, mientras que regala un posgusto en el que predominan las notas cítricas y de hierbas aromáticas

Esta uva se encuentra con frecuencia en pequeñas cantidades en ensamblajes, donde aporta elegancia. No obstante, si quieres deleitarte con su original personalidad, A Telleira Loureira es la opción perfecta. Este monovarietal atlántico, del que tan solo se producen 4.000 botellas, te enamorará con su delicado y cautivador perfume.

Rufete blanca

Esta singular uva se encuentra exclusivamente en los viñedos de la fascinante sierra de Salamanca. Hasta hace menos de dos años se la conocía como Verdejo Serrano y estaba clasificada como un clon de la popular cepa de Rueda. Gracias a la persistencia de los viticultores salmantinos, en mayo de 2020 se reconoció como una variedad única gracias a sus sorprendentes cualidades

Sus vinos son admirados por su versatilidad gastronómica debido a su óptima acidez, su agradable untuosidad y su sutil mineralidad. Las notas cítricas, de hinojo y sus recuerdos anisados, dotan a estos blancos de un inolvidable posgusto. Descubre esta perla castellana con La Zorra La Novena, el monovarietal de una de las bodegas artífices del resurgimiento de esta región.

Brancellao

Esta delicada uva tinta gallega captura el carácter más perfumado de los vinos atlánticos. Se encuentra fundamentalmente en Ribeiro y Ribeira Sacra, pero también tiene presencia en las otras D.O. del noroeste de España. Esta uva aporta frescos y jugosos aromas de fruta roja crujiente junto a notas florales y da vida a creaciones ligeras, sabrosas y con una agradable textura glicérica.

Algueira Serradelo 2016 es un magnífico monovarietal para poder apreciar esta variedad. Esta referencia, con 95 puntos Peñín y 92 Parker, refleja a la perfección el alma de este terruño a la vez que regala una agradable y cremosa sensación en boca.

Juan García

En la frontera con Portugal, en la hermosa zona de las Arribes del Duero, se cultiva esta peculiar variedad. Se cree que estas cepas son parte de un legado prefiloxérico que pervivió gracias a su resistencia a las enfermedades y a las condiciones climáticas adversas.

Su potente y rústico perfil está hechizando en los últimos años a los fieles de los tintos castellanos. Además, los vinos de Juan García tienen una gran afinidad con la barrica, donde se pulen y evolucionan de forma extraordinaria. Prapetisco 2017, la deliciosa creación de Barco del Corneta, regala sus característicos aromas especiados y de fruta negra carnosa.

Rufete

Si la Rufete blanca es el tesoro más preciado de los blancos salmantinos, no podemos terminar este artículo sin recomendaros los tintos de Rufete, la variedad estrella de esta zona vinícola.

Se cree que su origen se debe a la presencia de la población gala en la sierra de Salamanca durante el siglo XI. De hecho, su perfil distinguido y sus frescas notas de fruta roja nos recuerdan a los aromas delicados de la Pinot noir borgoñesa, mientras que los matices florales y herbáceos nos hace pensar en la Mencía más elegante del Bierzo. 

Los vinos de Rufete expresan el singular terruño de esta pequeña D.O.P., cuyo microclima y sus suelos pizarrosos y graníticos aportan un carácter único. Esta prometedora uva luce con intensidad en Viñas del Cámbrico Miranda 2016, una de las referencias más personales de la bodega.