Álvaro Palacios

La especial situación que vivimos nos permite presentaros en 'primeur' los vinos de la añada 2019 de Álvaro Palacios con unas condiciones extraordinarias gracias a la reducción de sus tarifas y a una bajada de un 10% de media en sus precios. [break]

Álvaro Palacios, alias “el mago del Priorat”, fue uno de los pioneros que supo ver en este inhóspito rincón de la provincia de Tarragona un lugar especial en el que poder alumbrar algunos de los mejores vinos del mundo. Revitalizó la zona, que hoy es destino de peregrinación de 'winelovers' de todo pelaje, y cada año ha ido demostrando por qué sus vinos cuentan con la devoción de los más exigentes.

La 2019 en Priorat no fue una añada cualquiera. La tiranía del calor y la sequía azotaron las viñas con dureza. Casi la mitad del agua recogida en todo el periodo cayó en un único mes, y la tórrida ola de calor que vivió el Viejo Continente a finales de junio también se ensañó sobre los campos y pueblos prioratinos, provocando la abrasión de algunas uvas que redundaron en una merma general de la producción.

Sin embargo, en ese complejo escenario se contempló un prodigio: la maravillosa sabiduría de la naturaleza. Con la ayuda también de un laboreo preciso inspirado en el saber de la tradición, las plantas desarrollaron la masa foliar adecuada y consiguieron sobrevivir. La recogida comenzó antes que nunca, y unas gotas de lluvia en el momento preciso hicieron posible una vendimia de excepción. 

Se espera que el vino que salga de esa añada, que llegará a nuestras casas durante el segundo semestre de 2021, sea el resultado de la extrema contención de las plantas, de unos granos pequeños y concentrados. En definitiva, vinos convertidos en hijos de una resistencia abnegada que entregarán intensidad, pureza y sabor. 

Pero Álvaro Palacios no es solo Priorat. Junto con su sobrino Ricardo Pérez Palacios desarrolla desde hace más de 20 años uno de los proyectos más sobresalientes del Bierzo, hoy convertido en una majestuosa bodega diseñada por Rafael Moneo. Un lugar excavado en la roca desde el que se pueden contemplar algunos de los viñedos más icónicos de la comarca, como Moncerbal o Las Lamas. 

Aquí, la añada 2019 se comportó más bien como una primavera interminable, con un clima fluctuante en extremo, pasando de los días helados a las jornadas invernales de hasta 24 grados. De ciclos de sequía y frío intenso a periodos húmedos y de temperaturas suaves. Así, a finales de julio ya se habían acumulado más litros de lluvia que en muchos años anteriores. Agosto trajo consigo jornadas con hasta 26 grados de diferencia entre el día y la noche, algo de lo que se benefició sobremanera una vendimia rápida, pletórica y de equilibrada madurez.

Tantos vaivenes dieron lugar a uvas de estructura extraordinaria, de acidez sin igual y a un mundo de aromas sutiles que auguran vinos con mucha vida por delante. En un año podremos tenerlos en nuestras manos y dar buena cuenta de ellos.