Celler de l'Era

La historia de Celler de l'Era comienza cuando Albert Tasias recorría las carreteras de montaña entre el Priorat y el Montsant para llegar a casa de una tía a la que visitaba junto a su padre. [break]

En uno de esos trayectos, el padre de Albert Tasias le mostró a un Albert de unos siete años Mas de las Moreras, una hermosa finca que se podía divisar a lo lejos desde la carretera que ambos transitaban durante su viaje.

Nadie le diría a Albert que con el paso del tiempo esa propiedad volvería a su retina y menos aún que tomaría el testigo como propietario de aquella hermosa finca de 72 hectáreas. Junto a su familia, decidió embarcarse en el proyecto de recuperación de aquella masía que contemplaba cuando era niño. A los pocos años de la adquisición, proyectó la construcción de la bodega en la que elaborar sus propios vinos.

Actualmente, Celler de l'Era responde al nombre con el que designaban la zona de la era en la finca, donde se trabaja el trigo y en cuyo suelo aparece sobre una pieza de barro el año de fundación de la propiedad, allá por el siglo XVII. La bodega actual nació en el año 2010, tras plantar en el año 2001 viñedos con variedades de uvas autóctonas como la Garnacha y la Cariñena, que más tarde convivirían con otras como la Cabernet sauvignon y la Syrah. 

Una de las particularidades del lugar y una de las razones que animaron a Albert Tasias a elaborar vino allí es que cuenta con el microclima más frío de la zona y un suelo especial y único. A pesar de encontrarse en la denominación de origen Montsant, donde prima la diversidad de suelos, el de Mas de las Moreras es fundamentalmente pizarroso o de licorella.

Su enólogo, Joan Asens, es uno de los mayores revitalizadores de la zona del Priorat; trabajó durante años junto a Álvaro Palacios. Esto, sumado a las particularidades del lugar donde nacen los vinos de Albert Tasias, hacen que recuerden especialmente a los de Priorat. 

Concentración y frescura, potencia equilibrada, son los principales atributos de unos vinos que se elaboran junto al camino que antiguamente llevaba a las carretas del Priorat a Reus, en el que había que sortear acusadas pendientes. Allí hoy Albert Tasias disfruta  junto a su familia de un sueño hecho realidad.