Con más de 25 años de trayectoria a sus espaldas, el buque insignia de Somontano continúa cautivándonos con sus vinos añada tras añada.[break]
Enate cuenta con una legión de incondicionales que ya querrían tener muchas bodegas. Esta popularidad no ha pasado desapercibida para gran parte de nuestros socios, quienes se han sumado a su clan de adeptos.
El éxito de esta bodega radica en su buena materia prima y en tener un par de cosas claras desde el principio. Apostaron por las variedades francesas porque pensaron que eran las que mejores resultados darían en esas tierras, uvas que además se cultivarían en viñedos propios. Una idea que con el tiempo se perfiló como la más acertada. Variedades internacionales como la Merlot, la Cabernet, la Syrah o la Chardonnay, se sienten como en casa en el Somontano y entregan magníficos vinos.
Enate cuenta con 500 hectáreas de viñedo propio, ubicado en el valle de Enate - de allí su nombre - y en los términos municipales de Salas Altas, Salas Bajas, Cregenzán y Barbastro. Cuenta además con una ubicación privilegiada, gracias a la protección de la cordillera pirenaica y a los suaves vientos que a partir del mes de junio, cuando se inicia el crecimiento de la uva, hacen que las temperaturas diurnas de 34-35 ºC desciendan por la noche a 17-18 ºC, el ansiado contraste térmico para una maduración lenta y completa.
Aunque el repertorio de vinos de esta bodega es amplio y para todo tipo de gustos y perfiles, hemos seleccionado los que a nuestro juicio tienen la mejor relación calidad-precio y están en un momento ideal de consumo. Sus blancos son famosos y su Chardonnay de libro, un clásico para los más fans de esta variedad. En el capítulo de tintos, nos decantamos por su Enate Crianza y Enate Reserva, tintos bien hechos que son capaces de entregar buenos momentos de disfrute sin complicaciones.
Para finalizar, hemos seleccionado tres de sus vinos de autor, monovarietales interesantes para conocer los matices que entregan la Merlot, Syrah y Cabernet en nuestras tierras. Vinos que curiosamente llevan en su etiqueta dos veces mencionada la variedad y no es un error. Se trata de un divertido guiño de la bodega, que decidió nombrarlos así porque era la forma en la que los mozos de bodega los llamaban internamente para diferenciarlos de otros vinos que elabora con la mezcla de estas uvas.
Fundada en 1991, Enate basa su filosofía en tres pilares básicos: la elaboración de vinos de calidad, el respeto por el medioambiente y una importante vinculación con el arte contemporáneo.