Ciacci Piccolomini D'Aragona

Tras la muerte del obispo, el "palazzo" y la finca circundante fueron subastados de acuerdo con la ley italiana sobre propiedades eclesiásticas y adquiridos por la condesa Eva Bernini Cerretani.

En 1877, la condesa Cerretani vendió toda la finca a la familia Ciacci de Castelnuovo dell'Abate. Tras el matrimonio entre el conde Alberto Piccolomini d'Aragona, descendiente directo de Enea Silvio Piccolomini (Papa Pío II) y Elda Ciacci, el Palazzo Episcopal se convirtió en el Palacio Ciacci Piccolomini d'Aragona.

En 1985 la condesa Elda Ciacci legó toda la propiedad a Giuseppe Bianchini, agricultor de la finca desde hace muchos años, aplicando una filosofía de producción totalmente nueva y de vanguardia para ese período, aumentando la cantidad, la calidad de los vinos y abriendo la exportación a todo el mundo. Al fallecer Giuseppe en 2004, el negocio pasó a su hijo e hija, Paolo y Lucia, actuales propietarios.

Toda la finca, que se extiende a lo largo de 220 hectáreas, de las cuales 55,5 son de viñedos y 40 de olivares, presenta todas las características típicas de la campiña toscana, adornada con colinas onduladas, pastos y bosques de colores inolvidables. 

La finca Ciacci Piccolomini d'Aragona cuenta con dos bodegas: la bodega histórica, dedicada a la larga crianza de los vinos más prestigiosos, situada en el sótano del Palacio Ciacci Piccolomini d'Aragona, del siglo XVII y la nueva bodega, cerca del pueblo de Castelnuovo dell'Abate, actualmente sede de la finca con instalaciones de fermentación, envejecimiento, refinamiento y almacenamiento.