Quinta de la Quietud

En esta idílica ubicación, donde la reina es la variedad de uva Tinta de Toro, Jean-François Hébrard, el enólogo y encargado de la bodega, mima su viñedo siguiendo las pautas del cultivo ecológico.

Terroir

La bodega posee un terruño valioso con guijarros en abundancia, terrenos profundos de textura franco-arcillo-arenosa hasta arenoso-franca (desde el 55% hasta 85% de arena) donde contrasta el color teja con el gris rojizo.

Los suelos a su vez son pobres pero con mucha profundidad, con lo que se contrasta el calor y la aridez superficial con el frescor y la riqueza del subsuelo.

Horas de sol interminables, una gran diferencia de temperatura entre el día y la noche y una altitud entre los 665 y los 700 metros, junto a las características del terruño, hacen que los vinos elaborados en esa zona tengan unas cualidades organolépticas específicas muy definidas.

Viticultura

Quinta la Quietud posee el certificado de cultivo ecológico desde 2002, algo que consiguieron en parte gracias a sus trabajos manuales del suelo con abono compuesto por estiércol de oveja o mezcla de oveja/vaca/caballo según las necesidades; tratamientos con infusiones y decocciones de plantas (ortiga, valeriana, espliego, etc.) y minerales (azufre y cobre).

También se realiza una prepoda manual de noviembre a enero, poda de invierno en febrero y marzo, poda en verde en mayo y desnieto/aeración de la cepa en julio. La vendimia se realiza siempre de forma manual y por las mañanas en cajas perforadas de 20 Kg.

Vinificación

Esta bodega zamorana cuenta con una mesa de selección y transporte de la uva por cinta. Utilizan muy baja dosis de sulfuroso y la fermentación es espontánea por las propias levaduras de la uva.

La maceración prefermentaria se realiza en frío (a menos de 12ºC) durante 2 días y a continuación una fermentación y maceración con control de temperatura (a menos de 30ºC) con remontados semimanuales (1 ó 2 al día), bazuqueo (1 ó 2 por deposito) y delestage (1 ó 2 por deposito).