La primera empresa del mundo en producción del método tradicional
Freixenet es una de esas casas que no necesita presentación. Su historia se remonta 150 años atrás cuando Casa Sala, su predecesora, comenzaba su andadura. [break]
Fundada por Francesc Sala Farrés, esta bodega estuvo en manos de la misma familia hasta que en 1911 Soledad Sala, heredera del negocio, contrajo matrimonio con Pedro Ferrer Bosch, apodado “el Freixenet”.
Tres años más tarde y una vez renombrado el proyecto, sale al mercado la primera botella bajo la marca Freixenet. Con el paso de los años la bodega fue cosechando una gran popularidad.
La desaparición de Pedro Ferrer y su hijo durante la Guerra Civil dejó a la empresa descabezada, por lo que Pilar Ferrer, pariente de la familia, se puso al cargo de Freixenet con apenas 20 años. Ella, junto a un buen número de mujeres trabajadoras de la compañía, fue la encargada de recuperar la actividad tras una guerra devastadora.
Con el paso del tiempo la bodega fue modernizándose y abriéndose a nuevos mercados. Uno de los grandes hitos de la casa llega en 1967, cuando su icónico Carta Nevada apareció por primera vez en televisión con un anuncio que sentaría cátedra y cuyo estreno es todavía uno de los momentos más esperados de las navidades.
Su popularidad permitió a Freixenet ampliar horizontes y se instaló en otras denominaciones de origen en las que elabora vinos tranquilos fieles a las tradiciones de cada una de esas zonas vinícolas.
En la actualidad, la empresa catalana ha sido adquirida por Henkell, la filial de espumosos, vino y licores del Oetker Group. La multinacional alemana ha conseguido el 50,67% de las acciones de Freixenet que estaban en manos de la familias Hevia y Bonet, así como un amplio acuerdo de cooperación con José Ferrer Sala, presidente de honor de la bodega, y José Luis Bonet Ferrer para que Henkell entre en el accionariado de Freixenet con la mitad de las acciones.