Domaine Guillot-Broux es el resultado de la pareja que formaban Jean-Gérard Guillot y Jacqueline Broux, del amor de ambos por sus tierras y el vino. [break]
Los vinos de Domaine Guillot-Broux responden a un proyecto de familia, asentado sobre los hombros de un viticultor como Jean-Gérard Guillot.
Amó la tierra, la vid y el vino tanto como a sus hijos y nietos. Jean-Gérard falleció en 2008 haciendo lo que más le gustaba, trabajar sus tierras durante el día y leer por las noches.
Junto a su mujer Jacqueline llevó adelante lo que en un principio apenas era una hectárea de viñedo, que hoy -ya en manos de sus hijos Emmanuel y Patrice- se han ampliado a 17. Todas ellas están repartidas en tres pueblos: Cruzille, Grévilly y Chardonnay.
Estas parcelas de tierras pertenecen a distintas denominaciones de origen como Bourgogne, Mâcon Cruzille y Mâcon Chardonnay.
Cruzille, cuna de la cultura ecológica en Borgoña
Desde el año 1991 la propiedad está certificada como cultivo biológico, lo que se traduce en el uso de abonos verdes y productos no contaminantes y la lucha natural contra las plagas.
El respeto por la vida microbiana del suelo es una máxima en la manera de trabajar la tierra por parte del equipo de Domaine Guillot-Broux. Sus microorganismos permiten un equilibrio que se percibe también finalmente en los vinos.
Este planteamiento no es reciente en el proyecto familiar de esta bodega, pues ya en 1954 los abelos fundadores Pierre y Jeannine Guillot crearon algunos de los primeros vinos orgánicos en Borgoña.