Hay un rincón al sur del sur en el que la sal, la Palomino fino y los vientos de poniente bailan en sintonía. Ese lugar es Sanlúcar de Barrameda, donde la manzanilla se hace a sí misma y los generosos cobran vida propia. [break]
En Delgado Zuleta se sirven de estos elementos, un verdadero regalo de la naturaleza y único en el mundo, para la creación de sus vinos generosos. Son más de 400 años los que lleva en pie el proyecto, apostando por el clásico sistema de soleras y criaderas.
Su saber hacer les permite cuidar sus soleras y criaderas con mimo y perpetuar el misterio del velo de flor. Sus vinos se han ganado un hueco en las cavas de aquellos que saben de vino, porque si bien las botellas que salen por el portón de la bodega albergan tragos de altos vuelos, la casa ha conseguido mantener unos precios verdaderamente contenidos para la inmensa calidad que ofrecen.
En esta Venta Privada encontrarás Goya XL, quizás la manzanilla más recia de todas las que se elaboran en la casa, la más antigua y con más crianza media (de 10 a 12 años), la que pide refrescarla con otra manzanilla más joven para que el velo de flor no muera todavía. Son palabras mayores. Y si eres de los amantes de las ediciones limitadas, Cuestecilla es para ti: apenas 600 botellas de esta maravillosa manzanilla ven la luz en cada saca; una pequeña gran joya procedente de una única bota de la solera La Goya.
También podrás hacerte con la manzanilla ecológica Entusiástico, procedente de viñedos donde se trabaja la viticultura ecológica que encontrarás a un excelente precio (menos de 10€), y los vermuts Goyesco en su versión blanco y ámbar, elaborados a partir de manzanilla y amontillado respectivamente. Y hablando de amontillados, no puedes dejar de conocer Monteagudo, de 12 a 14 años de crianza media, la evolución natural de la manzanilla La Goya.
Y cerramos nuestra selección con dos novedades que, si bien resultan realmente disruptivas en cuanto a lo que ha venido haciendo la bodega hasta ahora, son dos opciones perfectas para entender que un vino sanluqueño diferente es más que posible. Tarabilla y Gallipato son dos blancos secos elaborados con crianza estática y bajo velo de flor, con Moscatel y Pedro Ximénez respectivamente. Una nueva forma de entender Sanlúcar y sus vinos para que los aficionados a los blancos tradicionales pero con un twist encuentren su media naranja gaditana.
Se dice que esta es una de las más antiguas del Marco de Jerez. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, cuando su fundador, Francisco Gil de Ledesma y Sotomayor, inició su actividad.