Abadía Retuerta

En una de las semanas más importantes del año no podía faltar un bombazo. Aquí llegan los míticos vinos de la casa que cuenta con su propia denominación de origen. [break]

Abadía Retuerta es, sin lugar a dudas, una de las bodegas más reconocidas y queridas por público y crítica. Y viene con todo, desde el mejor pack para regalar hasta todos y cada uno de los pagos que la han posicionado como un referente del vino español en el mundo. 

Pureza, intensidad, paso acariciador y mucha clase es lo que te prometemos en cada una de estas botellas. La finura y el placer están asegurados, así como la reverencia de los que tengan la suerte de que se los sirvas. Ahora están perfectos para ser disfrutados, aunque si los quieres guardar por un tiempo no habrá ningún problema, más bien al contrario. 

El estilo es innegociable, cualquier “retuerta” debe cumplir con los estándares de la casa añada tras añada. Claro que hay matices y diferencias entre unas y otras, pero lo que nunca habrá serán imperfecciones. Constancia y recorrido de marca al servicio del cliente. 

En un lugar histórico como en el que se asienta la bodega, vestigio del monasterio de Santa María de Retuerta de la orden de San Norberto, datado a mediados del siglo XII, al que llegaron las primeras cepas de vid enviadas desde Borgoña, nada podía salir mal. Con esa herencia, el arte del vino no podía dejar en mal lugar a los monjes pioneros. Todos esos conocimientos primigenios pasaron de maestros a aprendices de siglo en siglo hasta nuestros días, donde sin olvidar tan glorioso pasado, la casa ha apostado por ungirlos con la mejor tecnología actual para llegar a la cumbre. 

Viñedos de altitud plantados en pendientes, cerca de 60 parcelas, suelos variados y una adaptación perfecta al entorno del Duero y, sobre todo, mucho pero que mucho I+D+i que han convertido a Abadía Retuerta en un faro a seguir. ¡Qué dirían los monjes premonstratenses, los históricos canónigos blancos, como eran conocidos, si levantaran la cabeza! Seguro que brindarían con orgullo.