Cloudburst

El americano Will Berliner se enamoró de un rincón poco conocido de Australia en el que se estableció para crear vinos que bien podrían llevar el sello de “hecho a mano”. [break]

Nos encontramos en Margaret River, una zona al borde de la costa suroeste del país oceánico. Se trata de un entorno natural salvaje que se encuentra protegido por el Parque Nacional de Leeuwin-Naturaliste.

Berliner cuenta allí con unas cinco hectáreas que cultiva de forma ecológica y 100% manual, cuyas viñas comenzó a plantar en el año 2005. Se busca una filosofía de mínima intervención para que las uvas expresen todo su carácter varietal natural.

La influencia del océano Índico se hace evidente gracias a la brisa marina que compensa las altas temperaturas. Esto provoca una maduración óptima, dando lugar a un mayor sabor de las uvas.

Otro apunte importante es el hecho de que llevan a cabo prácticas biodinámicas, creando todo un ecosistema en el que los animales son una parte más del proyecto. Esta simbiosis les ofrece autosuficiencia y libertad para crear unas referencias dominadas por la Chardonnay y la Cabernet sauvignon.