Carrasco Ibéricos

Uno de sus mayores fuertes, y algo poco común en la zona en la que elaboran, es que cuentan con fincas de encinas propias que se extienden por 800 hectáreas.

Situadas en Jerez de los Caballeros, estas dehesas pasan controles para que la montanera se desarrolle de forma óptima.

Durante este proceso, los cerdos ibéricos de Carrasco ganan hasta 10 kilos de peso al día alimentándose exclusivamente de bellotas. Este es el punto diferenciador entre los ibéricos buenos y los excelentes. El saber hacer en los secaderos, transmitido de generación en generación, sumado a un producto de primera calidad, hace de sus piezas una verdadera delicia.