Bunnahabhain

Sin embargo, sus orígenes se remontan a 1879, cuando William Robertson, de Robertson y Baxter Ensamblaje, se unió a los hermanos Greenlees para crear la Compañía de Destilería de Islay. Así nació Bunnahabhain.

En los primeros años, la destilería dependía del comercio marítimo. En un pequeño pueblo, con un muelle y muchos conocimientos sobre la fabricación de whisky, los antepasados de la destilería recibían suministros en barco y enviaban a los marineros aventureros de vuelta a tierra firme a lo largo del estrecho de Islay cargados con barriles.

En 1930, con una Europa todavía tambaleándose por la recesión económica, tras la Gran Guerra, la destilería cerró sus puertas. Sin embargo, gracias al espíritu y la determinación de sus antepasados de perdurar, volvieron a abrir 7 años después.

La creación de una carretera facilitó la recepción de suministros y la demanda de whisky se disparó. Para aumentar la capacidad de producción, se instaló un segundo par de alambiques en 1963.

El año 1993 marcó un momento histórico en la historia de Bunnahabhain, ya que atracó el último barco. Después de recibir suministros a través de un barco de hojalata que viajó por el estrecho de Islay durante más de un siglo, se consideró que la carretera era la ruta más adecuada para recibir cada vez más ingredientes y suministros.