Situada en el Alto Penedés, en el valle del río Billets, la finca familiar Sabaté i Coca tiene más de 135 años de historia.
Marcel y su hermano Josep son la cuarta generación de viticultores que mantiene una tradición familiar iniciada por su bisabuelo en 1885 cuando plantó Terroja, un viñedo de Xarel·lo que, todavía hoy, nos regala los vinos más especiales de la bodega.
La finca consta de 40 hectáreas de viñedo propio divididas en 66 parcelas que vienen microvinificadas por separado. Pero no solo eso, sino que la búsqueda de la excelencia de Marcel le llevó a realizar un estudio exhaustivo de los terrenos de la finca, descubriendo hasta 18 tipos de suelo que trabaja de manera diferenciada para obtener lo mejor de cada uva.
Elaboran vinos y espumosos a partir de variedades autóctonas, todas de cultivo ecológico certificado (CCPAE) y cada una de ellas recibe los máximos cuidados. Su compromiso es el respeto absoluto por la biodiversidad de su entorno, aplicando una viticultura circular y prácticas biodinámicas.
Sabaté i Coca ha sido una de las bodegas fundadoras de Corpinnat, una Marca Colectiva creada con la voluntad de dar prestigio a los grandes espumosos elaborados en el corazón del Penedès. Todos ellos siguen una normativa por la que las uvas, ecológicas y cosechadas cuidadosamente a mano, son vinificadas en la propiedad según el método tradicional y siguen una crianza mínima de 18 meses.
Sus vinos trasmiten la singularidad de esta extraordinaria tierra y el orgullo que siente Marcel por continuar el legado de una familia que decidió dedicar toda una vida a su auténtica pasión.