Champagnes

¡Champagne! De cara a las Navidades, os hemos preparado una selección de Champagnes ideales como aperitivo o para acompañar vuestros mariscos, pescados, aves y quesos semi-duros o cremosos. Sin olvidar, por supuesto, los postres que mejor sepáis hacer, con los que estos espumosos ligarán perfectamente.

Y para los que quieran celebrarlo a lo grande y opten por una cena completa con Champagne, os recomendamos el siguiente orden: Blanc de Blancs, Brut, Rosé y Cuvée de Prestigio.

Ayala es una “gran” pequeña casa de Champagne pionera de un estilo novedoso de Champagnes con dosages bajos que preservan la frescura y elegancia de los vinos a partir de los cuales se elabora. Cada asemblage de Brut Majeur es  una nueva creación del maestro bodeguero que realiza una rigurosa selección para dar a luz un gran vino que combina  estilo y vivacidad. 

Bollinger no es sólo el champagne preferido de James Bond y del príncipe Carlos de Inglaterra. También es la última gran casa de champagne que conserva su independencia financiera, y una de las últimas que emplea métodos totalmente artesanales. Bollinger es, por ejemplo, la única bodega de Champagne que tiene en plantilla a un tonelero, quien se encarga de fabricar y reparar… ¡350 barricas al año! Y es que esta prestigiosa marca nunca ha dejado de criar sus vinos en toneles, pues siempre ha creído que sólo la madera garantiza una oxidación en su justa medida, el desarrollo de los aromas y una larga vida a los caldos.

Ruinart es la más antigua Maison de Champagne. Su historia comienza en 1729, cuando Nicolas Ruinart, sobrino de Dom Thierry Ruinart, erudito monje benedictino y contemporáneo de Luis XIV, hizo realidad la visión de su tío y empezó a elaborar su famoso “vino espumoso”. Desde el primer momento la casa ha optado por la variedad Chardonnay, esa cepa frágil y escasa, probablemente la más refinada de las uvas blancas.

“R” de Ruinart Brut, de gran frescura, redondez y longitud en boca, dará lo mejor de sí con platos finos y ligeros; por ejemplo, vieiras salteadas o lenguado a la plancha. Ruinart Blanc de Blancs posee un color oro pálido de gran luminosidad. Es un vino neto y preciso, con dominante cítrica, ideal para pescados blancos y frutos de mar. Ruinart Brut Rosé, 45% Chardonnay y 55% Pinot Noir, tiene un sublime color rosa coral cuyo  secreto consiste en que, en parte, es elaborado como si fuera un tinto. Se trata de un Champagne deliciosamente carnoso, compañero perfecto de un gazpacho andaluz, un sashimi de atún o una sopa de fresas.

Toda la tradición vitivinícola de la familia Drappier se sintetiza en su champagne Carte d’Or brut, lanzado  en 1952 y que hoy es una mezcla de un 80-90% Pinot Noir, un 5% Chardonnay y un 5-15% Pinot Meunier. Se trata de un vino que ha permanecido entre dos y tres años en contacto con sus propias lías. Un champagne untuoso pero a la vez fresco, de rica y fresca persistencia. Tiene muchas notas de manzana verde y pera, y un tono levemente floral. Muy rico en el retrogusto. El Millésime d’Exception es un champagne elaborado con un 60% Pinot Noir y un 40% Chardonnay, procedentes de la primera prensada y filtrados por gravedad. Complejo y poderoso. Infinitamente maduro. La Grande Sendrée es la cuvée de prestigio de la Casa Drappier. Procede de viñas de más de 70 años. Viene presentado en una botella que replica la del siglo XVIII. Para los amantes del champagne más exclusivo.

Krug Grande Cuvée es la razón de ser de la Maison Krug. Desde 1843, ha encarnado la excelencia suprema que Joseph Krug, el fundador de la casa, quiso ofrecer a sus clientes. Krug Grande Cuvée es la quintaesencia de la excelencia artesana de Krug: un assemblage extraordinario construido con unos 120 vinos de diez añadas diferentes, algunos de hasta 15 años de edad, procedentes de tres variedades de uva distintas y de una miríada de parcelas. Ensamblando vinos tan diversos Krug logra una riqueza única de aromas y sabores, una increíble generosidad, y una elegancia absoluta que es imposible expresar con los vinos de una sola añada. Krug Grande Cuvée es la primera cuvée de prestigio que se vuelve a crear cada año desde 1843, trascendiendo la noción de añada.