Luis Pérez

La bodega familiar jerezana nos acerca sus vinos más clásicos junto con el nuevo impulso que le ha procurado el archiconocido Willy Pérez, hijo del fundador. [break]

Garum y Samaruco fueron en su momento un acicate a los tintos gaditanos que no se conocían lo suficiente fuera de su ámbito territorial. Ahora llegan, ya asentados, junto a la aportación genuina del propio Willy, El Muelle de Olaso, un gran blanco que atesora toda la sapidez de la albariza jerezana y el buen hacer de su creador, que le han valido 93+ Parker.

Al principio fue el padre, Luis Pérez, enólogo y catedrático de la materia, el afamado en el ambiente vinícola. En la actualidad, es el hijo quien está escribiendo las nuevas líneas en el libro histórico de la familia. Willy es uno de los abanderados de los nuevos vinos de la zona del marco de Jerez. Junto a otros, como su socio Rodrigo Ibáñez, han regresado a los orígenes, a aquellos tiempos en los que no se fortificaban los vinos de la zona. 

Tanto en sus vinificaciones para esta bodega como, sobre todo, para sus proyectos más personales, Willy le ha dado una vuelta de tuerca a todo, centrándose en elaborar vinos donde la Palomino fino es la reina. Y a pesar de que muchos la denostan porque no tiene muchos matices, ay amigos... probad este blanco y nos contáis.

Aquí tenéis la pura esencia de la albariza y de los tintos con médula espinal afrancesada, que estamos seguros que, si no los conocéis aún, no os dejarán indiferentes y se convertirán en fijos en vuestro carrito. ¿Aceptáis la apuesta?