Vinos del Nuevo Mundo

Esta venta es especial, y es que nos hemos calzado las botas para recorrer mil leguas de viaje enológico y ofreceros una selección de los vinos del nuevo mundo.

Argentina, Chile, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica, países que fueron el germen de un fenómeno que se inició gracias a las sucesivas colonizaciones europeas de intrépidos navegantes hacia nuevas tierras.

Y en este nuevo mundo, el vino evolucionó y se transformó, dejando a un lado el lastre que históricamente encorsetaba a los vinos del viejo mundo para dar prioridad a la variedad y la tecnología. Caracterizados por tener un estilo más llamativo y voluptuoso, en general presentan un mayor contenido alcohólico, un color más oscuro, más cuerpo y en ocasiones más carga frutal que sus pares europeos.[break]

En Estados Unidos la viticultura llegó de la mano de los frailes franciscanos, la famosa Misión de San Diego que posteriormente se convertiría en el estado de California. Precisamente dentro de California se encuentra una de las más importantes denominaciones vinícolas, el Valle de Napa, en el que nace Newton New Unfiltered Merlot 2007.

Trasladándonos un poco más abajo en el continente americano encontramos al quinto productor mundial de vino: Argentina, con su cepa insignia Malbec de una de las regiones más importantes del país; Mendoza. Una viticultura que se aglutina alrededor de los ríos de montaña y que, unido a la técnica de elaboradores franceses, nos trae Cheval des Andes 2006 y Terrazas de los Andes Selection Malbec 2009.

Y cruzando el ancho mar, en un país oceánico que sin tener cepas autóctonas se ha convertido en una potencia mundial del vino, encontramos Australia. Con su particular Shiraz, es capaz de producir vinos complejos y de gran cuerpo en el extremo sur, la zona más fría del continente. Cape Mentelle Shiraz 2010 es una excelente opción para descubrir esta versión de la Syrah australiana.

Por último, pero no menos importante, un país con dos grandes bazas a su favor: suelos volcánicos que confieren intensidad a sus vinos y un clima muy fresco que favorece una interesante acidez. Nueva Zelanda produce unos Sauvignon Blanc fuera de lo común, con aromas cristalinos, ahumados y exóticos. Cloudy Bay Sauvignon Blanc es posiblemente el blanco más famoso de cuantos se producen en tierras kiwis.