Los vinos de referencia de dos regiones de bandera
Aquí tienes la colección definitiva para hacerte, en 'primeur', con los mejores tintos de los hermanos Eguren de Sierra Cantabria, incluyendo sus vinos en Rioja y en Toro. [break]
Actualmente estos vinos se encuentran afinándose en barrica y se espera que lleguen a nuestras casas entre mayo y octubre de 2021. Hablamos de los icónicos tintos de la bodega toresana Teso la Monja y de las riojanas Sierra Cantabria y Viñedos de Páganos. Palabras mayores en el panorama vinícola español.
En esta venta encontrarás numerosas propuestas, pero siempre con un punto en común: un perfecto equilibrio y un rasgo propio de la tierra de donde proceden. Ahora, decir esto parece una obviedad, pero cuando el origen de los vinos no era tan importante, Marcos y Miguel Eguren ya tenían esta filosofía adosada a su ADN.
De las bodegas de esta saga han salido algunos de los mejores tintos clásicos de España y otros de más reciente creación que buscan seguir por la misma senda del éxito. Ese es el caso de Amancio, Finca El Bosque o El Puntido, con los que los hermanos Eguren han querido ensamblar la fruta, la potencia y la estructura de los vinos contemporáneos con la elegancia, la frescura y la sutileza de los rioja tradicionales.
Respecto al carácter de las añadas, que siempre es el factor en el que podemos fijarnos a la hora de entender el perfil de vino que nos encontraremos una vez esté terminado, hablamos de dos cosechas (la 2018 y la 2019) con diferencias entre sí.
2018, la añada de procedencia de los riojanos Amancio y El Puntido, se caracterizó en Rioja por un otoño muy seco y un invierno, por el contrario, con numerosas precipitaciones (algunas de ellas en forma de nieve). A mediados de mayo tuvo lugar una pequeña helada en las zonas más bajas y a partir de entonces el desarrollo vegetativo de la vid se aceleró. Aunque julio comenzó más fresco de lo habitual y con algunas tormentas, la amenaza de mildiu se mantuvo a raya y un mes de agosto seco y caluroso ayudó a empujar la maduración. A mediados de septiembre se registraron algunas lluvias que vinieron muy bien a las plantas y octubre empezó con normalidad, pudiendo disfrutar de una vendimia soleada.
En cuanto a la 2019 (añada de procedencia del resto de vinos de esta venta),en Rioja tanto el invierno como la primavera estuvieron dentro de los rangos habituales de temperatura y precipitaciones. A mediados de marzo se produjo una helada que causó daños en algunos viñedos y el 28 de junio también hubo que lidiar con una tormenta de granizo. A pesar de estas incidencias, el verano permitió que las uvas maduraran perfectamente y septiembre comenzó con grandes expectativas en cuanto a la calidad del fruto.
En Toro, en cambio, el invierno de esta añada 2019 fue muy frío y lluvioso hasta marzo. El comienzo de la primavera trajo consigo una ralentización en el ciclo vegetativo y a partir del 20 de junio las temperaturas subieron considerablemente permitiendo acelerar el proceso de maduración de las uvas. A comienzos de julio también se registraron algunos episodios de granizo; y septiembre, que empezó fresco, permitió arrancar la vendimia con unos racimos de grano pequeño y sanidad excelente.