Ubicada en los Montes de Toledo, entre las cuencas del Tajo y el Guadiana, la bodega Pago Dehesa del Carrizal plantó sus primeras cepas en 1987. [break]

Dehesa del Carrizal es uno de los 17 pagos de España, y está caracterizado por ser montañoso y tener suelos silíceos con subsuelos de composición ácida, lo que se traduce en vinos de carácter atlántico y aromas a monte bajo, resinosos y balsámicos.

En Retuerta del Bullaque es donde habitan los viñedos de esta bodega, una población próxima al Parque Nacional de Cabañeros, que alberga una de las mejores selecciones de bosque mediterráneo.

En sus viñedos, al principio solo había cepas de Cabernet sauvignon, pero un poco más tarde se fueron sumando las de Syrah, Merlot, Tempranillo, Chardonnay y Petit verdot, todas ellas plantadas sobre suelos pedregosos.

El viñedo tiene una orientación noroeste, por lo que reciben cierta influencia atlántica. Las cepas están conducidas en espalderas y protegidas por una ladera de clima seco mediterráneo. Las temperaturas varían bastante del día a la noche, lo que permite una maduración lenta de las uvas.