La unión entre Marta Castrillo y César Maté ha aportado estupendos vinos a la enología de nuestro país. Siete de ellos te los traemos a esta Venta Privada para que alucines con la versión más moderna de la Ribera del Duero.[break]
Vinazos, cada uno en su estilo, que te van a cautivar al igual que lo han hecho con nuestro comité de cata y con la crítica. Y es que esta bodega burgalesa es una de las mejor valoradas en todos los ‘reports’ de Tim Atkin.
Todo empezó con el flechazo entre los dos elaboradores que les sugirió que lo que estaban haciendo merecía tanto la pena como para lanzarse de cabeza a realizar su sueño, tener una bodega propia desde la que lanzar al mundo su ideal de vinos. Una filosofía biodinámica, el no emplear gran maquinaria, una producción contenida y el amor por lo que dan la tierra y el clima de la zona, son los pilares sobre los que se sujeta el proyecto.
Con Marta Maté llegaron a la cima. Este vino hay que tenerlo muy en cuenta tanto si uno es aficionado experto como simplemente curioso: es casi un mandato probarlo. Es perfecto para tomar ahora, pero si nos guardamos alguna botellita para más adelante seguro que nos dará grandes alegrías.
Un proyecto muy a tener en cuenta: gente que sabe lo que hace, que cuida cada detalle y que nos entregan unos vinos para el disfrute y para la compañía; unos tintos y un rosado para exaltar el alma y emocionarse. De eso se trata, en definitiva, de sentir. Y con esta bodega, de las pequeñas de la Ribera del Duero, eso está garantizado.
Marta Castrillo y Cesar Maté elaboraron por primera vez sus propios vinos en 2008, sacando al mercado 3.000 botellas de unos pocos viñedos de su propiedad.