En el bendito viñedo de la Côte de Sézanne nacen estos fastuosos champagnes que recogen el saber de 170 viticultores unidos en un mismo proyecto. [break]
Le Brun de Neuville cumple este 2023 los 60 años y lo hace con una jovialidad deslumbrante y un objetivo que ya tienen al alcance de la mano:que todas sus uvas, repartidas por doce pueblos, sean biológicas y doten a sus viñedos de más valor añadido, si cabe. En la actualidad ya han conseguido las certificaciones Haute Valeur Environnementale (HVE) y Viticulture Durable en Champagne (VDC).
Aunque no cuenta con la historia y la tradición de otras maison de la zona, en calidad no desmerece a ninguna. Su Chardonnay es de los mejores que se pueden encontrar y representa el 90% de la composición de sus magníficos champagnes que se completa con Pinot noir. Ambas variedades nacen en viñedos plantados en laderas con gran insolación sobre un lecho de tiza recubierto de unos centímetros de tierra formada por gránulos de calcita. Esa extrema porosidad hace que sea un reservorio de agua impresionante que permite a la planta “beber” incluso en los veranos más secos.
Las largas crianzas sobre lías bajo la experta batuta del maestro bodeguero, Gilles Baltazart, se realizan en depósitos de acero inoxidable, tinos y barricas de roble con o sin fermentación maloláctica y con levaduras naturales o seleccionadas. Junto a Damien Champy, enólogo y presidente de la casa desde 2008, y su equipo, mezclan las cuvées usando solamente los primeros vinos de prensa, y eso hace que la calidad sea extraordinaria.
La segunda fermentación es en la propia botella en la que se comercializará, tal y como mandan los cánones del método tradicional. De esta forma, el dióxido de carbono queda atrapado en el vidrio y se originan las burbujas. El champagne resultante envejecerá sobre sus lías en las cavas de la bodega a quince metros bajo tierra durante un mínimo de 4 años. Así es como desarrollarán sus aromas. Las mezclas más emblemáticas de Le Brun de Neuville llegarán hasta los 12 años, caso de algunos de los emblemáticos Autolyse que encontrarás en esta Venta Privada.
A los champagnes que vas a tener la suerte de disfrutar (llena tu carrito para sentir la magia) solo les falta el toque final, el cribado, por el que cada día las botellas son giradas un cuarto para concentrar las partículas de levadura en el cuello de la botella, y el degüelle y dosificación que favorecen que las bajas dosis de azúcar de la categorización brut logren expresar la naturalidad de los vinos. Pero no se vayan que aún hay más, porque en Le Brun de Neuville tras el degüelle llevan a cabo una maduración adicional de seis meses en bodega antes de etiquetar y poner las botellas en el mercado. Y después algunos dicen que el vino es caro.
Este proyecto comienza su andadura en el acogedor pueblo de Bethon con un fuerte espíritu familiar, que tiene su reflejo desde 1963 en una cuidada gama de espumosos. En esa época se formó