Villa Matilde

Esta es la historia de un descubrimiento múltiple: el de una bodega, unas variedades de uva y una región muy poco conocidas para cualquier aficionado español. [break]

Hablamos de Villa Matilde, una bodega familiar italiana situada en la región de Campania, a pocos kilómetros de la ciudad de Nápoles. Allí, un abogado llamado Francesco Paolo Avallone decidió en los años 60 recuperar las variedades de uva con las que se elaboraba el Falerno, un vino de culto en la antigua Roma que fue citado en las obras del poeta Virgilio.

Francesco Avallone, un hombre enamorado de los vinos antiguos, se puso a trabajar codo con codo con viticultores locales y así consiguió recuperar castas semiabandonadas como la tinta Piedirosso o la blanca Falanghina, uvas autóctonas de la región que crecen sobre un tipo de suelo volcánico debido a su cercanía con el extinto volcán Roccamonfina.

Nosotros tuvimos la suerte de conocer estos vinos hace pocas semanas en ProWein, la feria internacional de vinos y licores celebrada en la ciudad alemana de Düsseldorf. Fueron muchas las cosas que nos gustaron de ellos, empezando por supuesto por su original historia, continuando por su calidad y finalizando por su fascinante relación calidad-precio.

En ese rango de vinos accesibles para la mayoría sobresale Villa Matilde Cecubo 2013, un vino elaborado con variedades como la Primitivo o la Piedirosso. Cecubo es un tinto delicioso, elegante y con una perfecta integración entre la fruta madura y las notas típicas de la crianza en roble. Es un vino que ha deslumbrado a media Europa y en países como Alemania es un auténtico superventas. Y lo mejor de todo es que hemos conseguido las últimas botellas que quedaban en bodega por un precio muy competitivo. Con todo esto, quizás lo de sus 94 puntos Parker sea accesorio.

Los que queráis descubrir cosas nuevas más allá de una relación calidad-precio que deja boquiabierto a cualquiera, podréis deleitaros también con el otro tinto de esta Venta Privada: Stregamora, un monovarietal de Piedirosso que muestra su carácter volcánico en nariz a la vez que una riqueza y facilidad de trago sobresalientes.

Y para los amantes de los blancos, dos vinos de la denominación de origen Faleno del Massico que maduran parcialmente en recipientes de terracota y que se presentan como opciones ideales para los próximos homenajes primaverales. Por un lado, Villa Matilde Falerno del Massico, fácil de beber, fresco y con mucho protagonismo de la fruta amarilla; y por otro, Vigna Caracci, más mineral y con notas de fruta blanca. Ambos son muy recomendables para sorprender a quien tú quieras. El éxito está asegurado.