Evocan sofisticación, rompen moldes y dejan huella. Habla ha conseguido reconfigurar los códigos del vino para conectar con su consumidor apelando al lujo accesible. [break]
Inspirados en los perfumes, la moda y el arte, Habla numera cada año sus botellas vestidas de negro, como si de un perfume se tratase. Hace de ellos vinos coleccionables que componen dos gamas: alta costura y prêt-à-porter.
Cada añada es una nueva expectativa, una oportunidad para hacerlo todavía mejor. La excelencia en Habla es un camino en el que se tienen muy en cuenta las particularidades que cada año ofrece. Preservarlo y comunicarlo con eficacia es, a día de hoy, misión cumplida en Habla.
El poder de la expectativa se traduce en un número limitado de botellas cada año que no se volverán a repetir. Una manera de escribir su propia historia basada en la sensación de urgencia que crean los vinos que se agotan. Sus botellas, elegantes y sofisticadas, se enmarcan en un relato de marca que alude a una nueva manera de entender el vino.
Lejos de hablar de soslayo sobre su origen geográfico por miedo a defraudar, Habla se ha consolidado sacando pecho con sus vinos acogidos a la indicación Vino de la Tierra de Extremadura, una región por descubrir que Habla convierte en misterio y sofistificación.
En su viña predomina la Syrah, la uva estrella de la bodega cultivada sobre suelos pizarrosos y pobres que antes de ser viñedo fue dehesa. Domar la tierra le costó sudores al consultor enológico de Pétrus, Jean Claude Berrué. Ahí es nada.
Un viñedo extremo de 200 hectáreas que entrega vinos que hablan de la tierra, del silencio y de ti… Esta es la gama prêt-à-porter. Los numerados en el frontal de la botella conforman la gama alta costura. En ella los números pares suelen ser monovarietales y los impares coupages. Asignar estos números tiene algo de ritual en la bodega.
Más allá de su viñedo extremeño, Habla elabora dos vinos que por su origen hablan francés. Un rosado elaborado en Provenza llamado Rita en honor a la Hayworth y un champagne de Côte de Blancs, cuyo nombre Moses juega con el de la bodega al evocar la exclamación de Miguel Ángel cuando terminó de esculpir su Moisés: "¡Levántate y HABLA!"
Estas son las dos grandes apuestas de Habla por elaborar vinos exclusivos que hablan por sí solos. Una visión cosmopolita con la que abren nuevos horizontes entre los seguidores de esta marca de vinos deseables.
Habla es el sueño hecho realidad de una familia cacereña que se propuso elaborar vinos exclusivos, unicos y excitantes en Extremadura y abrirse al mundo como los antiguos conquistadores extremeños.