Glorioso

Hay momentos en los que descorchar un vino supone algo más que disfrutar. Haz un hueco en tu bodega para una experiencia celestial. [break]

Hace tiempo abrí una botella de Glorioso Reserva en una comida con amigos. Un momento informal que rápidamente se transformó en un instante único en el que más de uno declaró que “se había enamorado”. No les juzgo, sin duda yo también caí rendida ante esta referencia, que, como su nombre indica, es sencillamente gloriosa. 

Bodegas Palacio nos lleva a viajar en el tiempo. Un recorrido a través del cual es posible apreciar la tradición vinícola y el aporte singular de una bodega que lleva desde el siglo XIX apoyándose en la sabiduría ancestral para reinventarse. 

Hablamos de unos tintos que, tras más de un siglo de historia, interpretan la Rioja Alavesa de una forma única y sublime. No hay maquillaje ni artificio, solo genuinidad. Su Reserva es una de esas maravillas vibrantes y frescas, pero con muchísima personalidad y carácter. Es tan fácil de beber que una botella te sabe a poco, y por eso lo mejor es tener a mano unas cuantas.

Ya solo queda una cosa que hacer. Reúne a los tuyos, invita incluso a ese amigo o familiar que te dice que es “más de blancos” o que “los tintos no son lo suyo”, y descorcha una de estas referencias. Te garantizo que ninguno se quedará indiferente.